La 83ra. Ceremonia de los premios Oscar pasó sin
dejar huella.

Cada año, fanáticos y detractores esperan la entrega de los Oscar -vistos por
millones de personas, hiperpublicitados e influyentes en la distribución- para
deleitarse o despotricar según el caso.
La mayor parte de las ceremonias son recordadas por premios discutibles,
momentos emocionantes o ridículos que agregan sal, pero la del 27 de febrero
último pertenece a la minoría olvidable.
A fuerza de acortarla y hacerla políticamente correcta los organizadores la
dejaron chata, algo que ni las caras famosas, ni los esfuerzos de Anne Hathaway
-metódicamente arruinados por los nervios o la falta de dominio escénico de su
coconductor James Franco- pudieron remediar.
Los premios mayores no fueron sorpresivos: Mejor Film, Mejor Dirección (Tom
Hooper), Mejor Guión y Mejor Actor (Colin Firth) para el muy británico El discurso del Rey y Mejor Actriz para
Natalie Portman, por su interpretación de una conflictiva prima ballerina en El cisne negro de Darren Aronofsky. Mejor
Actriz y Mejor Actor de Reparto para Melissa Leo y Christian Bale, por El ganador de David O. Russell. Mejor Animación
para Toy Story 3, Mejor Film Extranjero
para el danés Haevnen de Susanne
Bier y los demás rubros -mayormente técnicos- se repartieron entre El origen de Christopher Nolan, Red Social de David Fincher y Alicia en el país de las maravillas de
Tim Burton.
Los únicos momentos destacables tuvieron como protagonistas al nonagenario Kirk
Douglas, superando sus limitaciones físicas para entregar el premio a Mejor
Actriz de Reparto y bromear; a Billy Cristal, volviendo a demostrar que es el
mejor anfitrión que han tenido los Oscar, en un breve homenaje a a Bob Hope; y especialmente
a Steven Spielberg. Antes de entregar el premio al Mejor Film que puso fin al
show, el director dijo: “En un momento una de estas diez películas se unirá a
la lista de Nido de ratas, Cowboy de Medianoche, El padrino y El francotirador. Las otras nueve se unirán a la lista que incluye Viñas de ira, Ciudadano Kane, El graduado
y Toro Salvaje. De cualquier manera
felicitaciones, porque todas estarán en buena compañía.”
Una frase breve e irónica que puso las cosas en su -relativo- lugar, ya que esa
misma noche Temple de acero de los
Hermanos Coen, perdió en cada una de las 10 categorías para las que había sido nominada,
sin que ello merme su excelencia.