La serie
de James Bond cumple medio siglo -la primera entrega fue El satánico Dr. No (Terence Young, 1962), por eso se dejaron de lado
los problemas financieros que por casi cuatro años mantuvieron al súper espía
fuera de las pantallas y se lo recupera con algunos toques festivos.
La dirección recayó en el británico Sam Mendes, que tiene un estilo más autoral
que los usuales especialistas en accion y efectos; una acertada sugerencia de Daniel
Craig, con quien había colaborado en Camino
a la perdición (2002).
Mendes oscurece aún más el tono sombrío de la intriga internacional y profundiza
la humanización del personaje -que comenzó con la llegada de Craig-, dando un
atisbo a su vida previa al servicio.
De hecho, el cincuentenario ha influido en las muchas referencias -por ejemplo la
reaparición del Aston Martin- a anteriores aventuras, pero especialmente en la
trama, que gira entorno al paso del tiempo, los recuerdos, la capacidad de Bond
para hacer su trabajo y subrepticiamente la capacidad de la franquicia para
llegar al público.
Después de los espectaculares créditos iniciales acompañados por el tema
compuesto e interpretado por Adele -de los mejores de la saga junto con el
paradigmático de John Barry-, encontramos al expeditivo 007 en Estambul y en plena
persecución de un ladrón que se ha alzado con la lista completa de agentes
encubiertos.
La empresa falla, Bond se siente traicionado y se aleja del servicio. Hasta que
un atentado a la agencia y la vida de M -jefa a la que desafía pero también
aprecia-, lo obliga a abandonar la playa, la bebida, la chica de turno y
recuperar la forma perdida para encontrar al culpable.
Correrías entre Turquía, China, Londres para finalizar en los fríos páramos escoceses
que inspiraron a hermanas Bronte. Cada paisaje con su escena de impacto, aunque
mucho del metraje fue rodado en los famosos estudios Pinewood.
Sin que falten otros componentes esenciales en las aventuras Bond: las chicas y
los artilugios tecnológicos. Esta vez dosificados para dar relevancia a la
lucha del protagonista con el villano -Javier Bardem efectivo y ridículo por
igual- y sus demonios interiores.
Una atractiva edición aniversario a la que le sobra media hora de festejo -el
chico malo demora en aparecer y luego en ser despachado-, que ambia algunas cosas
sólo para reafirmar la intención de seguir en la misma.
Después de todo, el año que viene se cumplen sesenta años desde que el escritor
y ex espía Ian Fleming editara la primera novela de Bond y se puede volver a
celebrar y facturar.
Y una advertencia: Evitar las copias dobladas, que además de innecesarias
-porque fue calificado como inconveniente para menores de 13 años- y espantosas
por principio, tienen errores de traducción.

Título original: Skyfall
Dirección: Sam Mendes
Guión: Neal Purvis, Robert Wade,
John Nolan
Origen: UK, USA
– 2011
Fotografía: Roger Deakins
Música: Thomas Newman
Intérpretes: James Craig, Judi Dench,
Ralph Fiennes, Javier Bardem.
Calificación: Sólo
apta para mayores de 13 años.