La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood ya anunció sus candidatas
a mejor película de 2017.

Desde el 23 de enero tenemos la lista completa de nominados a los Premios Oscar
-en su nonagésima edición-, que no obstante las repetidas críticas por sus inclusiones,
omisiones o la manera de encarar cada entrega, sigue siendo la mayor vidriera
del cine contemporáneo.
Y aun los espectadores indiferentes, deberían saber que esa lista influye en el
cronograma de exhibición internacional, nacional y local, hasta varias semanas
después de la ceremonia de premiación que este año será el domingo 4 de marzo.
Influencia benéfica en el caso de ciertos títulos menos mainstream, que jamás
se distribuirían de otro modo y no tanto, cuando se trata de meros tanques.
El premio mayor es el de Mejor Película, que al menos en teoría debería incluir
los títulos más destacados del año previo.
Por varias décadas las candidatas fueron cinco -como en casi todas las categorías-,
pero desde 2012 se decidió que el número podría oscilar entre cinco y diez, según
el criterio de los votantes -que suele ser más permeable a la corrección
política que a la excelencia cinematográfica- y en esta edición en particular son
nueve.
Algunos títulos ya fueron estrenados en la ciudad -como Tres anuncios por un crimen, con enormes posibilidades de ganar
pero sólo una semana en cartel- y otros irán llegando, porque la nominación suele
garantizarlo.
En orden meramente alfabético son:
Dunkerque
–Dunkirk-, largometraje bélico de Christopher
Nolan ambientado en junio de 1940, cuando cuatrocientos mil soldados de las
fuerzas aliadas quedaron atrapados entre el fuego enemigo y el Canal de la
Mancha, obligando a sus mandos a improvisar un plan de evacuación para evitar la
masacre.
Hecho no tan conocido de la Segunda Guerra Mundial, reflejado con una estética
depuradísima, gran dramatismo y pocas palabras.
El hilo fantasma -Phantom Thread-, Paul
Thomas Anderson escribió y dirigió este drama sobre la relación entre un famoso
diseñador de mediana edad y su joven Musa, cuyo mayor atractivo sería el
protagónico de Daniel Day Lewis por su talento y porque ha anunciado su retiro.

¡Huye! -Get Out-, dirigido por
Jordan Peele y sorpresiva inclusión porque el género de terror no suele abundar
en los Oscar.
Una trama no demasiado original sobre la primera visita del novio afroamericano
de una joven blanca a casa de sus futuros suegros, aunque se la ha contado y
leído como metáfora de los prejuicios raciales en la sociedad estadounidense,
que sería el principal motivo de la nominación.
Lady Bird, segundo film como
realizadora de la actriz y guionista Greta Gerwig y casi un retrato de su
propia adolescencia.
La protagonista -Saoirse Ronan- desea ser llamada Lady Bird, tiene 16 años,
ambiciones artísticas y una realidad prosaica dominada por una madre -Laurie
Metcalf -con la que choca constantemente.
Típico argumento comming of age o de umbral hacia el mundo adulto, cuya
temática femenina cuadra con el clima de Hollywood de este momento.
La forma del agua -The Shape of
Water- del mexicano Guillermo del Toro, que entra en los records del Oscar al
obtener trece nominaciones entre las que destaca la de mejor película.
Nueva incursión en el género fantástico, esta vez centrada en la relación de una
solitaria empleada -interpretada por la británica Sally Hawkins- y un ente
alienígeno atrapado en un instituto de investigación.
Las horas más oscuras -Darkest Hour-,
drama histórico dirigido por Joe Wright, ambientado a pocos días de la asunción
de Winston Churchill como Primer Ministro británico en plena II Guerra Mundial.
Momento crucial en que debió decidir si pactar una paz vergonzante con Hitler o
seguir luchando a pesar de la avanzada de las fuerzas Nazis.
Un tour de force actoral del irreconocible Gary Oldman, que ya ha obtenido
varios premios por este trabajo y posiblemente también reciba el Oscar a mejor protagónico.

Llámame por tu nombre -Call Me by
Your Name-, drama coproducido por Italia, Francia, Brasil y Estados Unidos; dirigido
por el italiano Luca Guadagnino y basado en la novela homónima de André Aciman,
sobre el romance entre un adolescente que está descubriendo su sexualidad y el
atractivo asistente de su padre, encarnado por Arnie Hammer.
The Post de Steven Spielberg, que
cuenta cómo a principios de la década del 70 la editora del diario Washington
Post -encarnada por Meryl Streep- y el editor del New York Times -Tom Hanks
renovando su colaboración con el director- habrían dejado de lado sus diferencias
para revelar oscuros manejos gubernamentales.
Y la mencionada Tres anuncios por un
crimen -Three Billboards Outside Ebbing, Missouri- dirigida por Martin
McDonagh, que con humor negro y violencia muestra a una madre que increpa a la
policía de su pequeña ciudad con anuncios carreteros, porque no han encontrado
al culpable de la violación y asesinato de su hija adolescente.
La candidata indie del año, con un protagónico de Frances McDormand que la
postula como favorita al premio a mejor actriz.
Un noneto algo disonante en trama y planteo estético, como para alentar al debate
cinéfilo sobre posibilidades y merecimientos.