El humor esperpéntico de sus primeros largometrajes y los melodramas kitsch que le dieron fama internacional brillan por su ausencia, porque aun conservando su inconfundible estética y estilo narrativo Almodóvar prefiere rodar dramas intimistas con puestas clásicas, del que su opus previo –Dolor y gloria (2019)- es el mejor ejemplo.

Las protagonistas de Madres Paralelas son Janis -Penélope Cruz-, una fotógrafa que a sus cuarenta años está feliz estar embarazada aunque tenga que criar sola a su hijo y Ana -Milena Smit-, una adolescente superada en esa situación.

El azar las sitúa en la misma habitación del hospital madrileño donde darán a luz y donde entre contracciones, comparten las confidencias que las unirán dolorosamente en el futuro.

Trama cuya primera hora se desenvuelve lenta en encuentros y desencuentros de lo que parece un culebrón típico aderezado con cierto suspenso; porque cual Hitchcock manchego, Almodóvar mantiene al espectador un paso adelante de los personajes e intentando imaginar sus reacciones.

Mientras que a la hora siguiente se acelera y se convierte en un drama sobre la identidad, que aborda algo tan complejo como la recuperación de la memoria histórica.

No se trata de un deus ex machina, ya que en las escenas de apertura se había mencionado que el bisabuelo de Janis era uno de los miles de desaparecidos durante la dictadura franquista, pero el súbito cambio de tempo y de registro desequilibra la acción y deja algún cabo suelto.

Aunque ese desequilibrio es amortiguado por las interpretaciones lúcidas de las protagonistas -especialmente la de Cruz en su séptima colaboración con el director desde Carne trémula (1997)- y de secundarios breves pero emblemáticos como el de Rossy de Palma; por secuencias emotivas como la de recolección de muestras de ADN en el pueblo y la música compuesta por Alberto Iglesias, que le ha valido al filme una de sus dos nominaciones al Oscar.

Fuera de lo estrictamente cinematográfico, hay que señalar lo penoso de que Madres Paralelas apenas se haya distribuido comercialmente fuera del AMBA.

Si bien se sabía que Netflix había llegado a un acuerdo económico con El deseo -la productora de Pedro y su hermano Agustín Almodóvar-, que en febrero se iban a incluir once de sus realizaciones en el catálogo de la plataforma y se iría completando toda la filmografía a medida que vencieran los contratos con otros servicios de streaming, no se ha tenido en cuenta casos como el de Argentina, donde el estreno comercial fue el jueves 3 y Netflix la lanzó el 18 de febrero.

Un acortamiento al mínimo de la ventana de exhibición, que deja sin margen de acción a los responsables de las salas y refleja el signo de estos tiempos críticos para el cine que pretenda ofrecer algo un poquito más elaborado que la pirotecnia visual.

Ficha técnica/ Dirección y guión: Pedro Almodóvar. Música: Alberto Iglesias. Fotografía: José Luis Alcaine. Edición: Teresa Font. Intérpretes: Penelope Cruz, Milena Smit, Rossy de Palma. Israel Elejalde. Origen: España – 2021. Calificación: Sólo apto para mayores de 16 años.

Autor: Redacción Ecodías