Esta es la primera versión cinematográfica de la única novela escrita en colaboración
por Silvina Ocampo y Adolfo Bioy Casares. Una especie de osadía por el peso literario
de esos nombres y por necesitar de una reconstrucción de época lo cual siempre
es caro y complicado.
El director Alejandro
Maci sale bien del desafío porque su opera prima fue El impostor (1997), una traslación de
la novela homónima de Ocampo y a través de su larga carrera televisiva ha
versionado otras obras de la sutil escritora argentina.
El cuidado evidente con que se ha hecho la ambientación en exteriores como en
interiores está entre lo mejor del largometraje y se debe a la dirección de
arte de Mercedes Alfonsín -en el pasado se hubiera hablado de escenografía pero
ese término tomado del teatro sólo abarca parte de lo que necesita el cine-, destacando
en particular las tomas del antiguo tren en movimiento.
De hecho, todo comienza en ese tren que conduce al homeópata Enrique Huberman -Guillermo
Francella “desfrancellado”- al hotel que su prima regentea cerca de Orense en un
caserón solitario frente al mar, donde buscaba tranquilidad pero encuentra a
Mary.
Antigua paciente y joven seductora -Luisana Lopilato estilo vamp- que lo tuvo a
mal traer en Buenos Aires y volverá a hacerlo allí, entre tormentas de arena e
intrigas, hasta que la muerte de uno de los huéspedes cambia la atmósfera
emocional por las sospechas cruzadas.
La novela corta original era una mezcla entre el policial de “cuarto cerrado” -como
muchos de los que Bioy y Borges editaron en la Colección Séptimo Círculo a
partir de 1945, sacó al género del segundo plano y se cita en los libros que tiene
Mary en su habitación- y la mirada sensible y cruel de Ocampo sobre la
infancia.
Lo primero está bastante logrado al recuperar la gestualidad y el lenguaje del
cine de la década del 40; lo segundo apenas, salvo en los toques de humor irónico
y el final.
El casting acierta de lleno en los secundarios -en especial la prima que
interpreta Marilú Marini y el comisario de Carlos Portaluppi- y parcialmente en
los protagónicos de Francella y Lopilato, que lucen por separado pero juntos carecen
de química.
El conjunto se hubiera beneficiado con unos pocos minutos menos, pero este
suspenso a la argentina funciona.
Dirección: Alejandro Maci
Guión: Esther Feldman, Alejandro Maci
Fotografía: Julián Apezteguía
Música: Nicolás Sorín
Origen: Argentina – 2017
Calificación: Solo apta para mayores de 13
años, con reservas
Intérpretes: Guillermo Francella, Luisana Lopilato, Juan Minujin, Marilú
Marini, Mario Alarcón, Jimena Bustos, Carlos Portaluppi
> Directora
Valeria Villagra
> Secretario de redacción
Pablo Bussetti
> Diseño gráfico
Rodrigo Galán
> Redacción
Silvana Angelicchio, Ivana Barrios y Lucía Argemi
> Difusión en redes sociales
Santiago Bussetti y Camila Bussetti
> Colaboradores
Claudio Eberhardt
2023– Copyleft. Todos los derechos compartidos / Propietario: Cooperativa de Trabajo EcoMedios Ltda. / Domicilio Legal: Gorriti 75. Oficina 3. Bahía Blanca (provincia de Buenos Aires). Contacto. 2914486737 – ecomedios.adm@gmail.com / Directora/coordinadora: Valeria Villagra. Fecha de inicio: julio 2000. DNDA: En trámite
Desarrollado por Puro Web Design.