Segundo western consecutivo de Quentin Tarantino, con el mismo ambiente
y estética, aunque Django sin cadenas
(2012) transcurría poco antes de la Guerra de Secesión y este poco después.
Abre en un inmenso panorama helado, donde una diligencia de seis caballos se
desplaza como un oscuro presagio.
En ella viaja el cazador de recompensas John Ruth -Kurt Russell- con Daisy
Domerge -Jennifer Jason Leigh-, por la que recibirá 10.000 dólares cuando sea
entregada a las autoridades en Red Rock.
Pero es demorado por una fuerte tormenta de nieve en la Posta de Minnie, junto
a un peligroso colega -Samuel L. Jackson- y un grupo de desconocidos entre los
que podría haber un cómplice de su valiosa prisionera.
Punto de partida propio del género, aunque la estructura, el tono y sobre todo
la extensión lo convierten en algo diferente.
Hay intertítulos que dividen el desarrollo en seis capítulos y largas tiradas
de dialogo casi literarias, pero la verdadera división está marcada por las
locaciones.
Las escenas en exteriores, que introducen la situación y los personajes con
claras referencias a la obra de John Ford. Y las interiores, en la cabaña
aislada por la nevisca, que contienen las acciones principales, cercanas a un
policial de Agatha Christie a cara de perro.
Porque a puerta cerrada -y clavada- los ocho aborrecibles del título original y
algunos fugaces secundarios -el elenco incluye varios destacados colaboradores
de Tarantino y el impresionante debut de Jennifer Jason Leigh- tienen
intercambios racistas, machistas, misantrópicos y de humor vitriólico hasta el
desenlace gore, que resume el tema de la venganza con la usual falta de
corrección política del director.
La impecable factura visual fue conseguida con un laborioso rodaje en 70 mm
-hubo que ubicar viejos lentes, cámaras y proyectores- como una protesta
personal por la desaparición del fílmico, aunque la profundidad de campo
conseguida se pierde en los acercamientos e interiores.
Otra muestra de pasión por el cine que suele reflejarse en las inacabables
referencias -hasta la música de Ennio Morricone debe tomarse como una-,que
caracterizan el estilo del diractor y complacen a su público. Aunque también
evidencia la escalada de un narcisismo que le impide la humildad de la edición.

Algo que hubiera evitado la morosidad de las primeras dos horas y hubiera hecho
de esta boutade tarantinesca un western estupendo.

Título original: The Hateful Eight
Dirección y guión: Quentin Tarantino
Fotografía: Robert Richardson
Música: Ennio Morricone
Origen: USA – 2015
Calificación: Sólo apta para mayores de 16 años
Intérpretes: Kurt Russell, Samuel L. Jackson, Bruce Dern, Tim Roth, Michael
Madsen