La ceremonia de premiación de la Asociación de Periodistas de la Televisión y la Radiofonía Argentinas
pasó con una estela de rutina.

El lema “La gran fiesta de la televisión” le cuadró como nunca a esta edición -la
cuadragésimo sexta- de los Martin Fierro ya que dejó fuera a los premios de la
radio, que tendrían su propio festejo en una fecha y lugar todavía no designado.
Lo que provocó tantas críticas como las ya usuales sobre la pertinencia de
ciertas categorías.
Probablemente los miembros de APTRA y su flamante presidente -el cronista de
espectáculos Luis Ventura- intentaban acortar la duración de la trasmisión, que
este año volvió a hacer “El Trece”, algo que en definitiva no se logró porque
los ganadores se extendieron a placer en sus discursos de aceptación.
Se insistió e hizo bastante publicidad sobre los 600 invitados, el menú
gourmet, el marco del salón mayor del capitalino Hotel Hiliton y en las dos
horas previas en la alfombra roja con más comentarios inanes sobre moda que
otra cosa.
Pero la noche del domingo 15 de mayo dominó la sensación de que pasaba más en
el terreno virtual de “las redes” que en la ceremonia. No sólo porque la propia
organización había previsto una dirección de Twitter donde las celebridades podrían
difundir fotos, mensajes, videos y contestar preguntas de espectadores y seguidores,
sino también por la indeseada filtración de una lista con los ganadores de los
principales premios que correspondía con lo finalmente sucedió, lo que más que
resultar escandaloso restó suspenso.
Los conductores Mariana Fabiani y Guido Kaczka fueron correctos, hasta el
momento del rubro en que ellos mismos estaban nominados y perdieron la línea, algo
que debería tenerse en cuenta para futuras ediciones.
Lo demás fue un desfile cadencioso de cada categoría -33 contando el Martin
Fierro de Oro- y su correspondiente ganador con sus agradecimientos y
dedicatorias, en los que sobrevoló el tema de los despidos en general y las
cancelaciones de programas en particular, en diferentes tonos y puntos de vista.
La nota tensa la puso Jorge Lanata, que al recoger cada una de sus estatuillas bajó
línea a diestra y siniestra -literalmente- y tuvo la última palabra al llevarse
el Oro.
Los reconocimientos especiales fueron para Un
sol para los niños, el programa de Unicef Argentina que cumplió 25 años de
trabajo solidario, un poco perdido entre el murmullo de los comensales. Para Guillermo
Bredeston por su trayectoria, recibido por su mujer Nora Cárpena y su familia
ya que el actor y productor está gravemente enfermo y el tercero a Gerardo
Sofovich por su contribución al medio, que conmocionó a su hijo y colega
Gustavo.
Aunque el momento más conmovedor fue el “In memoriam” a los profesionales de
fallecidos desde la última ceremonia, con especial acento en Mariano Mores ya
que fue subrayado por música de su autoría interpretada al piano por su nieto
Gabriel.
La gran ganadora de la noche fue la ficción Historia de un clan emitida por Telefé, que obtuvo seis de sus 13
nominaciones: “Actor protagonista en unitario / Miniserie” para Alejandro Awada,
que interpretó al terrorífico padre de la familia Puccio. “Actor de reparto”
para el veterano cómico Tristán, en su primer trabajo dramático. “Actriz de
reparto” para Verónica Llinás. “Autor / Libretista” para Javier van de Couter y
Pablo Ramos. ”Dirección” para Luis Ortega, que no estaba presente para
recibirlo y el de mejor “Unitario y/o miniserie”.
Telefé cosechó otras estatuillas, a mejor “Actor protagonista de ficción diaria”
para Joaquín Furriel por la ficción Entre
caníbales; “Actriz protagonista de ficción diaria” para Natalia Oreiro también
por su labor en Entre caníbales; “Humorístico
de actualidad” para Peligro Sin
Codificar, que ya no está en el aire e “Infantil / Juvenil” para Los creadores.
El canal América tuvo su módica cosecha con el mejor programa de “Interés
general” ganado por Animales Sueltos;
“Labor en conducción masculina” para Santiago del Moro por Intratables; “Labor periodística femenina” para Débora Plager por
su trabajo en Intratables y Los unos y los otros y al mejor “Panelista”
para Jonatan Viale también de Intratables.
La Televisión Pública se llevó apenas dos: al mejor “Programa deportivo” para Fútbol para Todos y mejor “Musical”
para el ciclo folklórico Ecos de mi Tierra
encabezado por Soledad Pastorutti.
Lo demás -quizás por aquello de que el que reparte se queda con la mejor parte-
fue para el canal organizador.
Mejor “Actriz protagonista en unitario y/o miniserie”, Claudia Fontán por el
thriller Signos. “Cortina musical”, Tengo
Esperanza (Eduardo Frigerio y Lali Espósito) de la telenovela Esperanza mía. “Cronista / Movilero”, Mario
Massaccesi del noticiero Telenoche.
Mejor ciclo “Cultural / Educativo”, el turístico Resto del Mundo. “Entretenimientos”, Los 8 Escalones que fue presentado por Kaczka con un: “Los
nominados somos…”. “Ficción diaria”, Esperanza
mía. “Labor periodística masculina”, Jorge Lanata en Periodismo para todos. “Labor en conducción femenina”, Mariana
Fabbiani en El diario de Mariana. “Labor
humorística”, Sebastián Presta de Duro
de domar. “Magazine”, El diario de
Mariana. “Noticiero” para Telenoche.
Reality Show, ShowMatch. “Revelación”,
Leticia Siciliani por su rol en Esperanza
mía. “Periodístico”, Periodismo para
Todos y “Producción integral” también Periodismo
para Todos.
Y de todos y nadie, el mejor “Aviso publicitario” fue Hora Pico (Agencia: Carlos y Darío, Anunciante: Sidra Real).
Cuatro horas de poco y nada que dan una pista del porqué el encendido de la
televisión abierta se mantiene tan bajo.