Un atractivo juego literario tiene su
segunda temporada en la pantalla de la TV Pública.

En octubre de 2017 el canal estatal lanzó Bibliómanos,
un ciclo sobre libros de una hora de duración -entre artística y publicidad-,
en el horario de los sábados a las 19:00.
Una rareza en la programación de aire en cualquier canal y cualquier época,
aunque la TV Publica también siga teniendo en su grilla a Los siete locos, producido y conducido por Cristina Mucci por más
de treinta años.
La propuesta de este nuevo ciclo salía del típico formato de entrevistas a escritores
y presentación de novedades editoriales, ya que sus protagonistas -los
periodistas Eugenia Zicavo y Maximiliano Tomas- se enfrentaban en una
competencia con reglas fijas muy particulares -que se exponen brevemente en la
secuencia de apertura- en torno a textos sobre una temática diferente cada
semana.
Durante la simpática contienda se incluían inserts con opiniones o información
adicional, lecturas y finalmente la proclamación de un vencedor por parte de un
invitado, aunque quien ganaba en realidad era el televidente, que pudo ver a
dos personas que aman la literatura, argumentando sobre sus textos favoritos.
Televidente que podrá participar acordando, disintiendo, eligiendo su “candidato”
o viendo captado su interés por un libro o autor que no conocía o que conocía, pero
apenas recordaba.
La primera temporada de este envío sumó unas pocas emisiones, dejando a los
lectores veteranos y los nuevos con gusto a poco cerca de fin de año, pero a
principios de este 2018 tuvieron la buena noticia de que habría una segunda a
partir de abril en el mismo día y horario.
Eso sucedió, aunque desde mediados de junio la programación del canal ha estado
literalmente copada por el futbol mundialista y habrá que esperar que vuelva
con la grilla normal.
Mientras tanto, puede accederse a la mayor parte de los episodios ya emitidos por streaming en
www.tvpublica.com.ar/ o puede intentarse, porque la web del canal no tiene el
diseño más intuitivo y los enlaces suelen caerse.
No obstante eso, Bibliómanos se
disfruta de la primera a la última página.