Título original: Anche libero va bene  
Dirección: Kim Rossi Stuart  
Guión: Linda Ferri, Federico Starnone, Francesco Giammusso, Kim Rossi Stuart  
Fotografía: Stefano Falivene
Música: Banda Osiris
Origen: Italia – 2005
Intérpretes: Kim Rossi Stuart, Barbora Bobulova, Alessandro Morace, Marta Nobili 
Calificación: Sólo apta para mayores de 13 años

Tommy tiene 11 años, va a la escuela, juega, hace deporte como cualquier chico de su edad, pero es reservado a la hora de expresar sus emociones. Una cautela necesaria cuando se vive con una hermana adolescente que lo molesta. Y un padre irritable, que resiente el peso de la crianza de sus hijos desde el abandono de su voluble esposa, buscando ambientes más atractivos que los de la rutina doméstica.  
Pero ella vuelve arrepentida, y las seguridades mínimas que Tommy ha logrado se transforman en una constante angustia por la inestabilidad de las relaciones de sus mayores.
El actor Kim Rossi Stuart ha elegido el género dramático para su opera prima como realizador, pero sin alejarse de su anterior profesión ya que se reservó el papel fundamental de Renato, padre del protagonista.
Retrato de una infancia de estos días, encarado desde el punto de vista del niño, lo que aporta sensibilidad y neutraliza lo manido del tema de la familia disfuncional. Tratado en la mayor parte de los filmes independientes de Estados Unidos –Impulso adolescente (Mike Mills; 2005), Pequeña Miss Sunshine (Valerie Faris, Jonathan Dayton; 2006), etc.- y recurrentemente en otras cinematografías.
Para que el film funcione, Rossi Stuart necesitaba imperiosamente un niño que le diera al personaje de Tomasso ternura infantil, pero también el dolor de haber aprendido demasiado rápido sobre las contradicciones de quienes se dicen adultos. Y lo encontró en Alessandro Morace, después de hacer entrevistas en una enorme cantidad de escuelas. Un chico con una sorprendente mirada, que logra transmitir una gran  gama de sentimientos.
El título del film alude a la afición del protagonista por el fútbol -el “También libero está bien” original le agrega la resignación propia de su carácter-, y fue rodado de manera clásica, respetando la linealidad temporal y con muy pocos alardes visuales. Si se exceptúan una escena onírica, y otra muy lograda en una piscina, donde sólo con una cámara que entra y sale del agua y la edición de sonido se consigue involucrar al espectador en un momento de ruptura de la narración.
Un auspicioso debut para su director, que logró buenas críticas y distribución internacional para un film pequeño, algo muy difícil para las producciones europeas de hoy.