24to. Festival Internacional de cine de Mar del Plata.

Entre el 7 y el 15 de este mes tuvo lugar -sin mucho ruido- la edición anual del Festival de Mar del Plata, la segunda presidida por el director y reconocido docente José Antonio Martínez Suárez.
Se centró en la exhibición de 200 filmes de variadas procedencias, en algunas retrospectivas y en las competencias. El glamour de los comienzos quedó en el olvido, aun en esta edición en que se celebraron los 50 años del primer festival competitivo.
Fue una invitación a los amantes del cine, que no fue desoída, ya que unas 75.000 personas colmaron las diferentes salas en cada función.
Por supuesto, el cierre incluyó la ceremonia de entrega de los premios Astor, bautizados así en honor del ilustre marplatense Astor Piazzola.
La elegida como mejor película en la categoría internacional fue Cinco días sin Nora, un drama dirigido por la mexicana Mariana Chenillo. La competencia latinoamericana la ganó La hora de la siesta, de la argentina Sofía Mora. El premio a la mejor realización argentina fue otorgado ex aequo a TL2- La felicidad es una leyenda urbana, de Tetsuo Lumière, y El hombre de al lado, la nueva ficción dirigida por Gatón Duprat y Marcelo Cohn.
Entre los premios salientes, el de mejor director recayó en Elia Suleiman por The time that remains. El de mejor actor en Gary Piquer por Mal día para pescar, de Álvaro Brechner. El de mejor actriz en Allison Janney por Life during wartime, de Todd Solonz y el premio especial del Jurado en El cuerno de la abundancia, de Juan Carlos Tabío, que también fue votado como favorito del público.
Pero lo más auspicioso de esta edición reside en que después de muchos cambios de rumbo y rumores -el de una posible segunda mudanza a Buenos Aires entre los más preocupantes-, el festival parece haberse asentado en un estilo austero como expresó claramente Martínez Suárez: «El que quiera ver estrellas que vaya a un desfile de modas». Y que se ha preservado la continuidad en su sede natural: la ciudad de Mar del Plata.