En uno de los pequeños asteroides que orbitan en
torno a un ignoto planeta, vive Pilo Molinet. Un chico con una gran imaginación
y una enorme sed de aventuras incentivadas por las historias de su abuelo.
La favorita del pequeño refleja la curiosa misión que tendría su familia:
arreglar la maquina que hace las estrellas cuando se dañe y salvar al universo
de la oscuridad.
Pero el cielo queda vacío de verdad y a pesar de su asombro y falta de
preparación Pilo debe ponerse en marcha para buscar la maquina y arreglarla como
sea.
Esta es la trama épica y fantástica del primer largometraje animado en 3D de Nuts Studios S.A. -en jerga inglesa
“nuts” equivale a “piantado” -, una de las empresas que están tratando de poner
a la animación argentina en un nivel competitivo respecto de la nutrida oferta
internacional.
Un objetivo ambicioso, que desde el punto de vista visual fue alcanzado, pese a
haber contado con sólo una centésima parte del presupuesto que suele usarse en la
industria estadounidense.
El atractivo diseño de personajes y escenarios tiene un estilo manga y poligonal,
que remite a los dibujantes japonéses -hay mucho Miyazaki en personajes como
Jiva y su tribu-, con toques de formula americana como la tecnología retro -similar
a la de Robots (Chris Wedge, Carlos
Saldanha; 2005)- de las naves y el robot 19, que oficia de ladero del
protagonista y bienvenido comic relief, dentro de la atmosfera melancólica
general.
Porque, si bien la propuesta viene por el lado de la aventura y el tradicional
camino del héroe en versión infantil, lo que prima no es la acción
 -que la hay-, sino la melancolía por la
ausencia del padre y otras desgracias subrayadas por -mucha- música de cuerdas.

Así que la superación formal de La máquina
que hace estrellas, se ve oscurecida -literalmente- por un guión demasiado
angustiante para el público menor al que intenta o debería intentar dirigirse y
los adultos sentirán la sombra de Trapito
(Manuel García Ferré; 1975) cerniéndose sobre sus butacas.
Si se trata de contar una historia, un buen “cómo” necesita un mejor “qué”.

Dirección: Esteban Echeverría
Guión: Gerardo Pranteda, Esteban
Echeverría
Fotografía: Gustavo Schiaffino,
Lucila Heinberg
Música: Hernán Reinaudo
Origen: Argentina – 2012
Calificación: Apta para todo público

Voces: Marcelo Armand, Pablo
Gandolfo, Lucila Gómez