Guillermo del Toro tuvo que esperar seis años poder rodar este, su proyecto más
personal en Estados Unidos.
Tan personal que nació de su fascinación infantil por El monstruo de la Laguna Negra (Jack Arnold; 1954), uno de tantos
monstruos que hicieron famosos a los Estudios Universal en el siglo XX.
La protagonista es Elisa Esposito, una chica solitaria y muda que trabaja en el
equipo de limpieza nocturno de un secreto laboratorio gubernamental.
Una noche su rutina es interrumpida por la llegada de un raro espécimen traído
del Amazonas, un eslabón perdido entre el hombre y el pez con el que los
científicos desean experimentar y con el que Elisa establece una conexión
inmediata a pesar de los peligros que ello podría implicar.
Una trama fantástica con tantas referencias al pasado y presente del género,
que no es raro que al director mexicano le hayan llovido acusaciones de plagio.

En realidad se ha plagiado a sí mismo en la estética -maravillosa por cierto- similar
a la de Hellboy (2004) y en el guion
-escrito con Vanessa Taylor- a medio camino entre El espinazo del diablo (2001) y El laberinto del fauno (2006).
Aunque todos esos films propios y ajenos son deudores de cualquier mitología
con amores entre humanos y criaturas más o menos divinas o de cada reescritura
de La Bella y la Bestia.
Dejando de lado eso, la trama arrastra en su corriente de manera efectiva y se
disfruta en especial del elenco. Poniendo énfasis en el protagónico de la frágil
y expresiva Sally Hawkins y disculpando varias obviedades por el nivel de sus
respectivas actuaciones, ya que Octavia Spencer repite el personaje de Historias Cruzadas (Tate Taylor; 2011),
Richard Jenkins compone su enésimo perdedor buenazo y Michael Shannon otro efectivo
lunático.
Y mención especial merece el longilíneo Doug Jones, un especialista en actuar
bajo espesas capas de maquillaje y complicados trajes, que suele colaborar con
Del Toro y aquí hace creíble al anfibio.
La forma del agua ha merecido gran cantidad
de premios tanto por rubros técnicos como creativos, pero lo que distingue al
film de la típica persecución con entrelinea paranoica es su lirismo, capaz de
poner a prueba la sensibilidad del espectador contemporáneo.

Título original: The Shape of Water
Dirección: Guillermo del Toro
Guión: Vanessa Taylor & Guillermo del Toro
Fotografía: Dan Laustsen
Música: Alexandre Desplat
Intérpretes: Sally Hawkins, Octavia Spencer, Michael
Shannon, Richard Jenkins
Origen: USA – 2017
Clasificación: Sólo apta mayores de 13 años, con reservas