El
periodista Mikael Blomqvist está pasando su peor momento cuando recibe una sorpresiva
oferta de trabajo.
El acaudalado industrial Henrik Vanger lo invita a dejar Estocolmo, mudarse a
su isla y encontrar el rastro de su sobrina Harriet, perdido hace cuatro
décadas en circunstancias misteriosas.
Un caso complicado, que Blomqvist intentará resolver con la ayuda de la hacker
Lisbeth Salander.
El argumento de este thriller no luce conocido por casualidad; es la tercera
versión filmada -la primera fue una miniserie sueca, la segunda el largometraje
del mismo origen Los hombres que no
amaban a las mujeres (Niels Arden Oplev, 2009)- de la primera novela de la
trilogía del desaparecido escritor Stieg Larsson.
La razón de una remake tan inmediata es obviamente comercial. Un film en ingles
para distribuir en el enorme mercado que domina la industria cinematográfica
estadounidense, producido por dos de los estudios mayores de Hollywood y con
Daniel Craig como gancho.
Afortunadamente, también tiene estupendo material humano y técnico, puesto al
servicio de una historia atractiva.
La dirección la asumió David Fincher. Un especialista en el género -baste mencionar
a Pecados capitales (1995)-, que a
pesar de las coincidencias inevitables logra diferenciar esta versión de las
precedentes con la ayuda inestimable de un buen guión.
El reconocido guionista Steve Zaillian, no sólo podó el frondoso original de
personajes y lineas de relato superfluas, sino también se animó a cambiar
varios hechos para mantener la tensión hasta el final.
Desde los títulos de apertura hasta el último plano el film es visualmente
impecable. La fotografía transmite la fría oscuridad del invierno escandinavo con
sus azules. La hipnótica música original fue compuesta por Trent Reznor y
Atticus Finch Y el uso preciso del montaje paralelo permite conservar el ritmo
y asombra en secuencias como la que alterna la última entrevista entre el
protagonista y Martin Vanger con la búsqueda de Salander en el archivo.
Más un elenco con excelentes profesionales, aún para roles menores. Los
protagónicos de Craig y Rooney Mara son acertados -los elogios y premios que ha
recibido esta última tienen más que ver con la fuerza de su personaje que con
su trabajo- aunque superadas por los secundarios del canadiense Christopher
Plummer y el sueco Stellan Skarsgard.
David Fincher definitivamente acierta, al contar de nuevo y con lujo este cuento
cruel, que revela un costado perturbador de la civilizada Escandinavia.

Título original: The Girl with the Dragon Tatoo
Dirección: David
Fincher
Guión: Steve Zaillian
Fotografía: Jeff Cronenwerth
Música: Trent Reznor, Atticus Ross
Origen: Suecia, USA, Alemania, Gran
Bretaña- 2011
Calificación: Sólo apta para mayores
de 18 años
Intérpretes: Daniel Craig, Rooney Mara, Christopher Plummer,
Robin Wright, Stellan Skarsgard, Joely Richardson