En 2023, se cumplieron 140 años del nacimiento de Franz Kafka, en Praga y en 2024 se conmemoró el centenario de su fallecimiento en Viena; lo que ha motivado una serie de homenajes y tributos al célebre poeta, cuentista y novelista escritor checo.

Kafka es reconocido por su visión del absurdo y la alienación existencial y la opresión de la burocracia, que reflejó con un estilo que ha influido profundamente en la literatura moderna y dio pie al término kafkiano, utilizado aún por quienes no han leído una sola frase suya.

Su obra relativamente breve sigue siendo relevante, no solo en ámbito literario, sino también en sus versiones cinematográficas y televisivas.

En el contexto del mencionado centenario, diversas instituciones han organizado eventos para honrar su legado, destacando entre ellos el ciclo cinematográfico «100 Kafka 100», organizado en agosto por el Goethe-Institut de Buenos Aires y con una selección de cortos y largometrajes basados en su obra, algo pertinente porque se entusiasmó con el por entonces nuevo arte.

De hecho, su filmografía ya cuenta con más de 160 títulos entre ficciones y biografías que intentan reflejar la atmósfera de su estilo narrativo y entre los títulos que destacaron en el mencionado intento se puede nombrar a El proceso (1962), versión de la novela homónima dirigida por Orson Welles e interpretada por Anthony Perkins.

Un thriller psicológico que atrapa en su atmosfera opresiva al espectador junto con Josef K., un oficinista que es arrestado y enjuiciado sin saber de qué se le acusa, rodada por Welles con técnicas visuales innovadoras y en el blanco y negro que solía preferir.

El castillo (1997), una novela con varias versiones aunque esta televisiva contó con la dirección del austriaco Michael Haneke y el protagónico del alemán Ulrich Mühe, dos profesionales ideales para presentar la lucha de un topógrafo por acceder a un edificio misterioso y siempre fuera de su alcance, en otro abordaje del poder burocrático.

Obviamente puede faltar la clásica nouvelle La metamorfosis (1977), esta vez concebida como una animación stop-motion surrealista realizada por el checo Jan Švankmajer, que usa imágenes oníricas y perturbadoras para contar la tragedia de Gregor Samsa, el hombre que un día despierta transformado en una suerte insecto gigante.

Además de estas adaptaciones de su obra, se han realizado varias aproximaciones biográficas al autor, que entre las más curiosas tiene al cortometraje Franz Kafka’s It’s a Wonderful Life (1993), dirigido por el británico Peter Capaldi que presenta a Kafka luchando con la página en blanco al escribir La metamorfosis en un inusual tono de comedia.

Mientras la producción checo-argentina Los amores de Kafka (1988), dirigida por Beda Docampo Feijóo y protagonizada por Jorge Marrale, aborda la vida íntima de Kafka, poniendo el foco las relaciones que marcaron su vida.

Apenas cinco títulos que sin embargo sirven para demostrar la atemporalidad de los temas kafkianos, en una contemporaneidad que bien podría merecer ese calificativo.

Autor: Redacción Ecodías