Dos décadas después de Jurassic Park (Steven Spielberg; 1993) llega esta cuarta secuela hipertrofiada,
de vuelta en la Isla Nublar y con el parque temático funcionando a pleno.
Ahora es un “mundo de sensaciones” con más variedad de dinosaurios, hologramas
interactivos, versiones “mini” de brontosaurios que los niños pasean como perritos,
un monstruoso ejemplar marino que come un tiburón blanco en vivo y recorridos en
vehículos autónomos en teoría inexpugnables.
La trama comienza con dos chicos que viajan a Nublar para compartir una semana
inolvidable con su tía Claire, la gerente de operaciones del parque. Aunque
ella está muy ocupada con el lanzamiento de una nueva “atracción biológica” que
dará vuelta los bolsillos de millones de turistas: el “Indominous Rex”, una
bestia diseñada por genetistas mezclando ADN de T-Rex y otros ingredientes secretos.
No hay que ser clarividente para descubrir que ese bicho enorme y feroz se las va
a arreglar para cruzar los límites de su jaula de acero y seguir el aroma de
20.000 sabrosos humanos al otro lado de la isla.
Un problemita que da pie a muchas situaciones terroríficas -subrayadas por la
música de Michael Giacchino-, referencias a los tres films anteriores, algo de humor
para aliviar tensión y el final a pura acción con un domador de velocirraptores
-Chris Pratt en clave Indiana Jones- al rescate.
Puede que sea una secuela, pero el casi
desconocido guionista y director Colin Trevorrow en realidad ha relanzado o “rebooteado”
la historia, dejando de lado los protagonistas previos, pero recombinando los
elementos originales para no alejarse del territorio amortizado en dólares.
La espectacularidad prima como en el propio parque y cada línea de diálogo de la
gerente -una Bryce Dallas Howard capaz de eludir dinosaurios en tacos altos- y
los ejecutivos alude a la disminuida capacidad de asombro del público y la
necesidad de “agrandar el combo” para reconquistarlo; que también describe la
estrategia de esta aventura.
La recaudación desde el estreno demuestra que dio resultado y el final abierto
adelanta que habrá más dinosaurios sueltos, historias refritadas, efectos especiales, desfiles de personajes poco
desarrollados y toneladas de pochoclo.

Dirección:
Colin Trevorrow
Guión: Rick Jaffa, Amanda Silver, Derek Connoly, Colin Trevorrow
Fotografía: John Schwartzman
Música: Michael Giacchino
Origen: USA, China – 2015
Calificación: Sólo apta para mayores de 13 años, con reservas
Intérpretes:
Brice Dallas Howard, Chris Pratt, Vincent D`Onofrio, Omar Sy