Pasaron casi diez años desde que Pixar fue hacia adentro con Intensamente(Pete Docter; 2015) -el título original Inside Out lo adelantaba- y personificó las emociones de una niña en otra de sus incursiones en mundos desconocidos.

Hoy Intensamente 2 desarrolla dos líneas de relato paralelos y una estructura calcada de su predecesora, con la protagonista enfrentando desafíos por fuera y luchando internamente entre las certezas de la niñez y el caos de sus nuevos impulsos.

Riley ya tiene 13 años, estaba por entrar a la secundaria y con un poco de suerte en el equipo de hockey de sus sueños, cuando en su cuartel central emocional se vuelve a encender la alarma, esta vez debido a la pubertad.

Al principio Alegría -la emoción que ha primado hasta el momento-, Enojo, Miedo, Disgusto y Tristeza confían en el sentido de identidad que ayudaron a desarrollar en “su niña”, aunque de repente sus colegas Ansiedad -la hiperactiva líder-, Vergüenza, Envidia y Ennui -que el doblaje “neutro” tradujo como Aburrimiento aunque tedio sería mejor- irrumpen y ponen todo patas arriba, mientras la adolescente novata desespera por ser aceptada por sus pares y no sabe cómo lograrlo.

Como casi cada producto de Pixar y su socio/dueño Disney, esta segunda entrega dirigida por el ignoto Kelsey Mann atrapa con sus imágenes coloridas -cada sentimiento tiene un color asociado-, sus texturas impecables, sus personajes simpáticos y hasta se incluyó cierto misterio mediante la personificación del secreto más oscuro de la protagonista -que se devela a medias en la segunda de las dos escenas post créditos- , aunque son logros minimizados por la falta de sorpresa de toda secuela potenciada por el cuidado puesto en seguir la receta exitosa de la primera y porque Red (Domee Shi; 2022), otra animación de la misma procedencia trató la misma temática de un modo más original y con más profundidad.

Objeciones muy menores, cuando millones de espectadores locales e internacionales atiborran las salas desde su estreno, lo que supone tanto una recaudación enorme -hasta el momento cerca de 800 millones de dólares que superan ampliamente los 200 invertidos-, lo que asegurará que las secuelas de este y otros títulos lleguen al infinito y más allá.

Esto último está lejos de ser una predicción vana, porque ante los fiascos relativos de Lightyear (Angus MacLane; 2022), Luca (Enrico Casarosa: 2021), Soul (Pete Docter, Kemp Powers; 2020), que recuperaron sus presupuestos pero no alcanzaron los números de producciones pasadas y en particular el de Elementos (Peter Sohn; 2023) al que no cabía la excusa de la pandemia, el estudio del Flexo entró en crisis -con despidos incluidos- y Jim Morris, su actual presidente, anunció que a futuro una de cada dos producciones sería una secuela o spin-off, lo que equivale sacrificar su liderazgo creativo.

Ficha técnica/ Dirección: Kelsey Mann. Guión: Meg LeFauve & Dave Holstein. Música: Andrea Datzman. Origen: USA, Japón- 2024. Calificación: Apto para todo público.

Autor: Redacción Ecodías