Pocas cosas parecen llevarse tan bien como las pantallas y la Navidad.

Suele hablarse de “Cine de Navidad”, pero si nos preguntáramos cuál es habría más
de una respuesta.
A saber: El que las salas comerciales programan a finales del mes
de diciembre y suele mezclar lo que hay más algún tanque Made in USA estrenado
en simultaneo.
Allá están en la temporada alta cinematográfica y aunque acá pase lo contrario se
estrena igual para minimizar el casi inevitable e inmediato pirateo a nivel internacional.
Este año, sólo destaca Grandes Héroes
-la nueva animación de Disney- hasta la llegada de la tercera y última parte de
El Hobbit el 1 de enero de 2015.
El cine relativo a Jesús basado
en textos sagrados. Títulos que rara vez se quedan en el relativamente feliz momento
del pesebre de Belén -los vocablos “natividad”, “navidad”, y “nacimiento” son
sinónimos-, la adoración de los Reyes Magos y la infancia del Mesías e incluyen
su trágico final. Eso los hace más adecuados para la época de Pascua, exceptuando
quizás La última tentación de Cristo
(Martin Scorsese; 1988) o una comedia como La
vida de Brian (Terry Jones; 1979) que se apartan del dogma y todavía
conservan alguna capacidad urticante. Este año se agregó Hijo de Dios (Christopher Spencer; 2014), que basó mucha de su
publicidad en el curioso detalle de tener al Jesucristo más sexy jamás filmado-¡?-
y ya está dando vueltas en DVD.
Otro es el que tiene como centro o telón de fondo las propias festividades y que
en la industria estadounidense es casi un subgénero producido ad hoc para
captar público en la temporada alta antes mencionada con tramas tan sagradas o
profanas como se busque y abarcando todos los géneros.
El primer título del que se tiene datos -hasta el momento- es Santa Claus, un corto británico fechado
nada menos que en 1998 dirigido por George Albert Smith. Una especie de Méliès inglés -¡rima!- que muestra al personaje
con la larga túnica y la capucha ribeteadas en piel blanca mucho antes del
rediseño vía Coca Cola.
Hay muchos títulos atractivos, como el romántico Mientras dormías (John Turteltaub; 1995) protagonizado por Sandra
Bullock; un policial como Kiss Kiss,
Bang Bang (Shane Black;
2005) con mucho humor negro y Robert Downey Jr.; la comedia amarga Un Santa no tan santo (Terry Zwigoff; 2003) con Billy Bob
Thornton; la acción con todas las letras de Duro de Matar (John McTiernnan; 1988 ) que comienza y termina al
son de villancicos tradicionales o Rare exports
(Jalmari
Helander; 2010), una coproducción
escandinava con una nueva y terrorífica cara de las fiestas.
Y finalmente, aquel cine que combina espíritu navideño y una calidad capaz de hacerlo
trascender el tiempo y alcanzar la categoría de clásico.
La lista de títulos podría ser larga y discutible, aunque hay un puñado
relativamente accesible en televisión, DVD o servicios de streaming.
En orden alfabético no jerárquico: Desde
ahora y para siempre (John Huston; 1987) El mítico director John Huston
volvió a su Irlanda natal para filmar este -su último- film, basado en “Los
muertos” un cuento ambientado en las festividades navideñas de su
compatriota James Joyce.
El cuento de Navidad del Los Muppet
(Brian Henson; 1992) Se han rodado docenas de versiones del clásico literario
de Charles Dickens, pero esta viene en clave Muppet y ¡con Michael Caine como
el malvado Scrooge! Impagable.
El extraño mundo de Jack (Henry
Selick; 1993) La usual oscuridad de Tim Burton -guionista y director-, en una
animación donde la Ciudad de Halloween y la Cuidad Navideña tienen un
enfrentamiento de pesadilla.
Héroes al rescate (Satoshi Kon, Shôgo Furuya;
2003) Un anime japonés con tres vagabundos de Tokyo que intentan rescatar a un huerfanito.
Milagro en la calle 34 (George
Seaton; 1947) Comedia dramática donde un viejito encantador está por ser
declarado insano por decir que es Papá Noel y un joven abogado quiere probar
que lo es realmente para evitarlo.
Mujercitas (Gillian Anderson; 1994)
La historia de las cuatro hermanitas March huyéndole al hambre mientras su
padre pelea en la Guerra de Secesión, excede al tema pero tiene escenas
navideñas emblemáticas.
 Noche
de Paz (Christian Carion; 2005) Coproducción europea que refleja uno de los
momentos más tocantes de la Primera Guerra Mundial, cuando el cese al fuego de
Nochebuena hacia olvidar la enemistad y la muerte.
No somos ángeles (Michael Curtiz;
1955) El director y el protagonista de Casablanca
(1942) reunidos de nuevo en una comedia sobre tres evadidos de la cárcel, que planean
robar a un comerciante y terminan compadeciéndose de sus desgracias y
ayudándolo.
Qué bello es vivir (Frank Capra;
1946) Melodrama fantástico y clásico de clásicos, siempre en los rankings de
los mejores films de la historia. Con James Steward interpretando a un hombre
desesperado que es socorrido por un ángel compasivo.
Un cuento de Navidad (Brian Desmond- Hurst; 1951) Otra vez el clásico
dickensiano, pero esta versión británica es la que mejor logró el clima del
original.
Más el aporte argentino de Navidad para
los pobres (Manuel Romero; 1947) Comedia tierna con Niní Marshall
interpretando a la enredosa Catita, que trata de ayudar a una joven madre desamparada
y por último, Felicidades (Lucho
Bender; 2000) Opera prima y única del director prematuramente fallecido, con
cruces de personajes peculiares y tono de comedia negra en la calurosa
Nochebuena porteña.
Y por supuesto… ¡Feliz Fiestas!