Telefé emite El tiempo entre costuras,
una singularísima telenovela ambientada en la Guerra Civil Española.

Todo comienza en 2009, cuando la profesora universitaria española María Dueñas
edita su primera novela El tiempo entre
costuras, que inmediatamente se
convierte en un éxito de ventas y crítica, con varios premios literarios y traducciones
a una veintena de idiomas.
Se la suele incluir en el género de novela histórica, porque la acción se
desarrolla en los tumultuosos años treinta y cuarenta en España y Europa y varios
de sus personajes secundarios fueron reales, aunque el principal y su destino son
ficticios.
Esa protagonista es Sira Quiroga una niña madrileña criada en solitario por una
madre tan digna como modesta, que apenas terminada la escuela primaria la hace
ingresar en el taller de costura donde ella misma trabaja.
Antes de cumplir veinte años, la chica domina los secretos de su profesión
haciendo gala de buen gusto, aunque la vida sencilla que pensaba dedicar a coser
y formar una familia con su novio oficinista se tuerce cuando conoce y se
apasiona por el apuesto Ramiro Arribas.
Galán que le promete compartir por siempre amor y negocio próspero, pero unos
meses después la abandona a su poca suerte en Marruecos, con un montón de deudas
por compañía.
Mal paso propio del poema de Evaristo Carriego, aunque Sira se levanta y no
sólo intenta sostenerse con su aguja y sus diseños, sino también involucrarse en
las intrigas de su época.
El Protectorado Español de Marruecos fue un nido de espías durante la Guerra
Civil Española y antes y durante la Segunda Guerra Mundial. Por eso la mezcla
de romance y suspenso de la novela, en el mismo estilo y el mismo escenario -marcando
las distancias del caso- de Casablanca (Michael Curtiz; 1980) resultó tentadora
para la televisión española, que no obstante la abundancia en datos históricos,
entre 2013 y 2014 lanzó una versión a modo de miniserie.
Diecisiete episodios con el agregado de algunos escenarios y un final algo
distinto del texto, que en las emisiones del canal Antena 3 atraparon la
atención de millones de espectadores y alcanzaron altísimas mediciones de
audiencia.
Un éxito en el que influyó la expectativa de los lectores y el interés de los
recién llegados en a cuidadísima reconstrucción del Madrid de los años 20 y 30 -en
especial el barrio La Latina- y las escenas en locaciones de Tanger y Tetuán, donde
se desarrolla la parte medular de la acción.
Además de la calidad cinematográfica de las imágenes -cada episodio insumió un
presupuesto de alrededor de un millón de euros-; el vestuario que tiene
protagonismo propio y lleva la firma de la alemana Bina Daigeler, una
diseñadora y figurinista destacada en el medio cinematográfico y televisivo
español y en particular, la elección de la joven Andrea Ugarte para interpretar
a Sira.
Sin duda ese personaje dio el impulso ascendente a su carrera e influyó para
que nada menos que Pedro Almodóvar la eligiera como una de sus chicas y le
diera el rol de la Julieta joven, en
su reciente estreno homónimo.
Pero lo que se puede ver desde el estreno local del 1 de agosto, de lunes a
viernes a las 16 horas en Telefé -y en la mayor parte de los canales
latinoamericanos que hicieron o hacen lo mismo-, tiene varias diferencias con
lo emitido en las pantallas españolas.
Los episodios originales se acercaban al formato de telefilm con una duración
que promediaba los 70 minutos, pero han sido reeditados y acortados a unos 50
minutos de artística para que la televisión de Latinoamérica complete la usual hora
de las telenovelas con anuncios publicitarios, por lo que este lado del charco serán
unos cuantos más.
Y han sido doblados del español “de España” ese que definen como “neutro”,
quizás para probar que más que unidos estamos separados por el mismo idioma.
No obstante eso, se trata de una ficción atractiva y bien guionada -la propia María
Dueñas participó en su escritura-, que sabiamente comienza “in medias res” con una
de las escenas más fuertes, con Sira “vistiendo” una docena de armas de
contrabando.
El ciclo está promediando con relativo buen encendido -las mediciones lo ponen
segundo en su franja horaria-, pero en el sitio telefe.com/ pueden verse los capítulos completos mientras el
programa siga en su grilla y si se prefieren el acento autentico está
disponible sin doblar en Netflix.
Para quienes se hayan entusiasmado con el estilo narrativo de la autora, en
2012 editó la novela Misión olvido (2012),
que fue bien recibida aunque no tanto como su predecesora. Con dos líneas de
relato que se cruzan: el pasado de un lingüista español exiliado en Estados
Unidos durante el periodo franquista y el presente de una profesora, que trata
de evadirse de un fracaso matrimonial investigando en los archivos olvidados de
su colega y compatriota.
Y en 2015 La templanza, ambientada
en el siglo XIX y protagonizada por Mauro Larrea, un inmigrante español que
después de enriquecerse trabajando en las minas mexicanas debe enfrentar la
ruina y jugarse entero en su última oportunidad de resurgir, que ya tiene una
versión televisiva en camino.