La propuesta de la Fiesta del Cine fue
aceptada por los espectadores que se volcaron masivamente a las salas.

Parece que quienes eligieron hacer la Fiesta
del Cine el domingo 13 de noviembre no se pusieron supersticiosos o ese número
los asustaba menos que los que mostraban la notoria baja en la afluencia de
público de las semanas anteriores.
Cualquiera fuera el caso, vieron colmadas sus expectativas porque los
resultados -aportados por el sitio especializado Ultracine– casi no podrían ser mejores y se acercaron a las 350.000
entradas vendidas sólo ese día.
Ofrecer un día completo con entradas a precios mucho más bajos no es una idea
original, de hecho hay iniciativas muy similares en Francia, España y algunos países
latinoamericanos y aún en Argentina, dónde desde hace algunos años cada 23 de
mayo se suele honrar el Día del Cine ofreciendo -gratuitamente- una selección
de producciones locales.
Para quienes gustan de ver cine en el cine -un tipo de espectador que va
disminuyendo a medida que la tecnología ofrece más a nivel doméstico-, poder
acceder a las salas a 35$ es determinante.
Esa suma es sólo un tercio de una entrada 2D en fin de semana normal y la mitad
del costo de lunes a miércoles, por lo que no es de extrañar que la cantidad
total de público cuadriplicara la de los días previos al festejo y en un mes
que viene en franco descenso por la temporada baja y por la cercanía de las
fiestas de fin de año.
Hay alrededor de 1000 salas comerciales funcionando en el país y a pesar de que
no todas se sumaron a la movida -por el contrario otras como las de Chivilcoy
extendieron la oferta al fin de semana completo- el resultado dio razón a sus impulsores,
que astutamente además de ofrecer las películas que estaban en cartel y los
estrenos de ese jueves incluyeron varios reestrenos de títulos nacionales y
extranjeros que habían demostrado su atractivo en su previo paso por las
carteleras.
Los números fueron mejores en capital y Gran Buenos Aires –donde se vendieron unas
185.000 entradas que son más de la mitad del total-, pero recordemos que
también allí se acumulan más habitantes y salas. Y si tenemos en cuenta que
entre jueves y domingo se vendieron 500.000, se hace evidente que casi 70% se
debe al éxito de la celebración.
2016 no sólo está siendo un buen año para el cine en continuidad con la
tendencia favorable del pasado, sino algo mejor, porque se hizo caso omiso a los
temores por la devaluación de propios y ajenos -la moneda en que se maneja la
distribución cinematográfica es el dólar- y por la situación económica en
general. Pero en primavera la temperatura media sube y la asistencia cae porque
los espectadores prefieren estar al aire libre -y gratuito- y organizar la fiesta
en este momento no fue para nada ingenuo, sino una manera de ”alborotar el
cotarro” al decir de los españoles.
Así que el INCAA -Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales- y buena
parte de los distribuidores y exhibidores cinematográficos se pusieron de acuerdo
no sólo en el día sino también en la suma fija que costaría ver cualquiera de
las películas.
En particular participaron los complejos multisalas como Atlas Cines, Cinema
Adrogué, Cinemacenter, Cinema City General Paz, Cinema La Plata, Cinemark,
Cines Multiplex, CPM Cinemas, Hoyts, Village que incluyeron largometrajes 2D y
3D , aunque las salas Premium IMAX, DBOX y 4D no se incluyeran.
Pudieron verse títulos estrenados esa semana como Jack Reacher. Sin retorno (Edward Zwick; 2016), con Tom Cruise en
modo héroe de acción; la animación Trolls
(Walt Dohrn, Mike Mitchell; 2016), que sigue estando primera en la lista de
ventas; la comedia El bebé de Bridget
Jones (Sharon Maguire; 2016) y reestrenos como Me casé con un boludo (Juan Taratuto; 2016), el film nacional más
exitoso de este año; Buscando a Dory
(Andrew Stanton, Angus MacLane; 2016); Batman
vs. Superman (Zack Snyder; 2016); Capitán
América Civil War (Anthony Russo, Joe Russo; 2016); El hilo rojo (Daniela Goggi; 2016); La era de hielo 5: choque de mundos (Mike Thurmeier, Galen T. Chu;
2016); La vida secreta de tus mascotas
(Yarrow Cheney, Chris Renaud; 2016); Escuadrón
suicida (David Ayer; 2016) y Gilda:
No me arrepiento de este amor (Lorena Muñoz; 2016) entre otros.
Obviamente haber superado por mucho las magras cifras de las semanas anteriores
puede definirse como un gran éxito -acompañado por mucho pochoclo a precio
normal-, aunque este final feliz deja un corolario casi obvio: los espectadores
se mueven de sus casas y llenan salas cuando hay ofertas tentadoras.
Esa tentación puede estar impulsada por publicidad omnipresente o avalada por
el boca a boca, por novedades tecnológicas como un nuevo tipo de proyección,
mejor sonido, efecto tridimensional o el todavía muy minoritario 4D, pero en
tiempo de vacas flacas lo que nunca falla es una simple ganga.