Hace agua la temporada alta de cine.

Normalmente la actividad cinematográfica alterna períodos de mayor o menor actividad en las que influyen factores estacionales, pero la temporada que distribuidores y exhibidores esperan cada año como una especie de maná, es la que transcurre desde las vacaciones escolares de invierno al Día del Niño en agosto.
Un mes largo en que se estrenan filmes infantiles locales y extranjeros y no cesa la afluencia de chicos, consumidores de tantas golosinas como los exhaustos bolsillos de padres, tíos y abuelos puedan comprar.
Pero este año la influenza A o gripe H1N1 hace temer el cierre total o parcial de las salas, que no ha llegado hasta el momento pero puede estar decidiéndose en este preciso instante.
Los padres extreman precauciones y evitan hacinar a sus chicos, lo que causó que la esperada animación La era del hielo 3 (Carlos Saldanha, Mike Thurmeier; 2009) convocara pocos espectadores en su lanzamiento simultáneo en el país.
Por este antecedente el cronograma ha cambiado y se han pospuesto los estrenos más publicitados. Los nacionales: la comedia familiar Papá por un día (Carlos Mentasti, 2009) y 100% lucha. El amo de los clones (Paulo Soria y Pablo Pares), con los personajes de la serie televisiva. Producciones que dependen de las cifras de la primera semana para su permanencia en cartel y posterior recuperación del presupuesto.
También se ha retrasado hasta finales de julio -tentativamente hasta el 23 pero habrá que ver- la llegada de Harry Potter y el principe mestizo (David Yates, 2009), sexta entrega de la popular saga.
Además, la animación Ponyo y el secreto de la sirenita (Hayao Miyazaki, 2008) -cualitativamente la mejor- y la comedia adolescente Hannah Montana (Peter Chelsom, 2009), quedaron sin fecha fija.
Los huecos se taparán con films para adultos y los chicos con ganas de ver cine deberán alquilar algún DVD o recurrir a lo poco o mucho que se programe en TV.