Desde la digitalización de la producción y distribución cinematográfica, los reestrenos aniversario se han vuelto una tendencia, porque son una manera de sacarle un poco más de jugo a un determinado largometraje, de refrescar la memoria antes de estrenar una precuela o secuela y/o aprovechar el posible interés de los espectadores por ver o rever un film en pantalla grande.
Teniendo en cuenta lo anterior suelen ser más usuales los reestrenos internacionales debido a la abundancia de franquicias, pero de cuando en cuando también se programa alguno local como este de Esperando la carroza (1985); una comedia dirigida por el recordado Alejandro Doria –Los pasajeros del jardín (1982), Darse cuenta (1984), Cien veces no debo (1990)-, basada en la pieza teatral homónima escrita por el dramaturgo rumano-uruguayo Jacobo Langsner en tono de grotesco.
Tono que al momento del estreno fue malentendido y criticado como sobreactuación del elenco encabezado por China Zorrilla, Luis Brandoni, Betiana Blum Julio DeGrazia, Juan Manuel Tenuta y Antonio Gasalla en su primera interpretación de la icónica Mamá Cora; lo que desembocó en una convocatoria no demasiado buena y una permanencia corta en las salas.
Sin embargo, el paso del tiempo fue subsanando eso gracias a su exhibición en ciclos televisivos de cine y su pase a la rotación de cable; donde fue ganando no sólo su público sino convirtiéndose casi en film de culto con fanáticos que se saben los diálogos de memoria.
La razón principal de ese cambio en la manera de percibir el material, está tanto en su capacidad de provocar la risa como en la evidente identificación con parte o todo lo que se ve en pantalla; ya que la trama comienza con la desaparición de una anciana desmemoriada a la que ninguno de sus tres hijos -ni sus respectivas nueras o nietos- le presta demasiada atención o cuidado y su búsqueda desprolija es la que mueve la acción y provoca los malentendidos y enredos que van revelando las pequeñas y grandes miserias de su familia y de una sociedad que libra a los viejos a su suerte.
Ritmo sostenido, un guion que ha aportado muchas frases al lenguaje cotidiano como “Qué miseria che, tres empanadas”, “¿Dónde está mi amiga!” y “Yo hago ravioles, ella hace ravioles…”; memes reconocidos hasta por quienes no han visto nunca el film y unos personajes exagerados pero reconocibles, que convirtieron al film en un clásico que sigue disfrutándose entre risas y no tanto.
En este momento, se la puede encontrar en el catálogo de varios sitios de streaming, pero vuelta a las salas sin duda ha dado la oportunidad doble y merecida de disfrutarla en el espacio para el fue pensada originalmente.
Ficha técnica/ Dirección: Alejandro Doria. Guión: Jacobo Langsner. Feliciano Brunelli. Fotografía: Juan Carlos Lenardi. Intérpretes: Antonio Gasalla, Luis Brandoni, China Zorrilla, Julio DeGrazia, Betiana Blum. Origen: Argentina – 1985. Calificación: Sólo apto para mayores de 16 años.
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