Entre el 6 y el 14 de este mes tuvo lugar la XXIII edición del Festival de Guadalajara, donde la participación de la cinematografía argentina tuvo una especial intensidad.
Lo inauguró el fillm Café de los Maestros (Miguel Kohan, 2008), un documental sobre artistas gloriosos de nuestro tango ideado y producido -junto a Lita Stantic y Walter Salles- por el músico argentino Gustavo Santaolalla, que además recibió un premio especial a su trayectoria.
Se dedicó un ciclo especial al “Nuevo Cine Argentino”, con la exhibición de numerosos films; un particular homenaje a Isabel Sarli y retrospectivas a la obra de los directores Pino Solanas y Fernando Birri.
Pero también hubo buenas noticias en la ceremonia de clausura de la muestra, ya que Eliseo Subiela obtuvo el galardón al Mejor Director en la competencia oficial, por No mires para abajo.
El film -aún no estrenado en el país- cuenta la relación entre Eloy (Leandro Stivelman), un joven de 19 años, y Elvira (Antonella Costa), que se convierte en su gurú sexual.
Subiela sigue disfrutando de buena recepción en festivales y pantallas extranjeras, amparado en el éxito de Hombre mirando al sudeste (1986) y especialmente el de El lado oscuro del corazón (1992), que en España es considerado un film de culto. Pero en el ámbito nacional, hace un rato largo que ha perdido convocatoria. El año pasado estrenó El resultado del amor, que a pesar de los premios a su protagonista -Sofía Castiglione- no consiguió el apoyo del público.
Esperemos que este premio además de reverdecer sus laureles, implique una vuelta a su mejor cine.