Entre 2005 y 2009, tanto las niñas como las mujeres adultas de una aislada colonia religiosa enclavada en una zona rural de Bolivia, solían despertarse con hematomas en el cuerpo y lesiones en sus genitales.

Al contarlo a sus mayores sólo recibieron incredulidad o vagas explicaciones sobre pesadillas y ataques demoníacos, hasta que uno de sus agresores fue sorprendido durante una de las periódicas “incursiones nocturnas”; arrestado por la policía local y finalmente confesó que él y sus cómplices las narcotizaban -un veterinario les facilitaba cierto fármaco destinado a los bovinos – y las violaban.

El caso tuvo bastante repercusión internacional y sus horrores fueron reflejados en el libro Women Talking por Miriam Toews, una escritora nacida y criada en una comunidad de la misma confesión en Canadá, que lo editó en el año 2018 y cuya versión cinematográfica homónima fue adaptada y rodada por la actriz y directora canadiense Sarah Polley.

Ellas hablan es el cuarto largometraje de Polley -el más notorio fue Lejos de ella (2007) sobre un cuento de Alice Munro- y en él hace foco en los días previos a la vuelta de los agresores a la comunidad, tras el pago de una fianza y previa su futuro juicio.

Un par de días en que las víctimas se reúnen para decidir si quedarse y perdonar como manda su fe -aunque algunos de esos predadores eran parte de su propia familia- o irse para ponerse a salvo junto a sus hijos, desafiando la autoridad divina y a riesgo de perder su lugar en el paraíso.

Trama mínima, desarrollada como un largo diálogo en un establo oscuro, que ocupa la mayor parte de los 104 minutos de duración del film, donde cada una de las mujeres expone sus miedos, dudas y razones, antes de votar y hacer su voluntad por primera vez en la vida.

Lo más destacable reside en las actuaciones del elenco en pleno; haciendo énfasis en las conmovedoras de Claire Foy y Judith Ivey, como la combativa Salomé y la anciana Ágata respectivamente.

Por otro lado, la propuesta luce como teatro filmado a la que ni los flashbacks, ni las breves escenas campestres alcanzan a airear, aunque se impone la fuerte temática y la -a veces demasiado evidente- intención alegórica de la trama y los personajes.

Largometraje independiente -una de las productoras es Frances McDormand que también tiene una breve intervención como la madre apegada al dogma-, de esos que no se distribuyen a menos que haya nominaciones o premios como el Oscar por medio y por eso mismo se ha estrenado en las salas locales, donde su permanencia será breve, pero también puede verse en las plataformas en que ya está disponible.

Ficha técnica/ Dirección y guión: Sarah Poley. Música: Hildur Guðnadóttir. Fotografía: Luc Montpellier. Intérpretes: Rooney Mara, Judith Ivey, Claire Foy, Ben Whishaw, Frances McDormand. Origen: USA; 2022. Calificación: Sólo apto para mayores de 13 años, con reservas.

Autor: Redacción Ecodías