Título original: The Reader
Dirección: Stephen Daldry
Guión: David Hare
Fotografía: Chris Menges, Roger Deakins
Música: Nico Muhly
Origen: USA, Alemania – 2008
Intérpretes: Kate Winslet, Ralph Fiennes, David Kross, Bruno Ganz, Lena Olin, Alexandra Maria Lara
Calificación: Sólo apta para mayores de 16 años

El lector ha llegado en mal momento. Como film muy premiado y ganador del Oscar a mejor actriz debió haberse estrenado hace meses, pero finalmente lo hace entre las medidas sanitarias por la gripe A, que desaconsejan la concurrencia a espectáculos públicos.
Lástima, porque la proporción de buenos filmes en lo que va del año es paupérrima y este está bien realizado, bien actuado y tiene un muy buen guión.
Los espectadores que se atrevan a ir a las salas -untandos prolijamente con alcohol en gel, por supuesto- accederán a una trama atrapante y sensible que comienza con un romance de verano y rápidamente deviene en drama con alcances éticos.
En la Berlín de 1958, el adolescente Michael conoce casualmente a Hanna que tiene el doble de su edad. Poco después comienzan a encontrarse cada tarde para intercambiar sus saberes: él le lee en voz alta y ella le enseña a hacer el amor. Una relación pasional y literaria, signada por los silencios de Hanna. Silencios que esconden un secreto que Michael develará muchos años después y que lo marcará tanto como el recuerdo de sus amores.
Basados en la novela Der Vorleser del escritor alemán Bernard Schlink, el director británico Stephen Daldry –Billy Elliot (2000), Las horas (2002)- y el guionista David Hare, conjugan dos temas recurrentes en las pantallas: el de iniciación amorosa y el de los crímenes del nazismo alemán; logrando dosificar los climas opuestos estructurando el relato como un ida y vuelta entre el presente -ubicado en 1995- del protagonista adulto y sus recuerdos de adolescencia. Y haciendo foco -sin estridencias- en los engranajes de obediencia servil y connivencia que sostuvieron la infame doctrina nazi.
Por supuesto, ese guión no hubiera lucido sin la estupenda ambientación, y sobre todo sin el buen nivel interpretativo de sus protagonistas: Kate Winslet notable como Hanna -aunque el maquillaje de envejecimiento resulte tan poco creíble como siempre que se lo usa-; el jovencísimo actor alemán David Kross como el joven Michael y el británico Ralph Fiennes como Michael adulto. Sin olvidar a Bruno Ganz como el profesor Rohl, presencia siempre bienvenida a pesar de su breve secundario.
Un drama que conmueve y compromete a reflexionar.