La publicidad previa a su estreno describía a El hombre que amaba los platos voladores como la biopic – contracción de biographical picture- de José de Zer (1943-1997), pero está lejos de serlo no obstante el protagonista lleve el mismo nombre y gracias a la entregada interpretación de Leonardo Sbaraglia, tenga la voz ronca de fumador, las canas y la cancha que lo caracterizaron en vida.

El periodista argentino se había iniciado en la gráfica como redactor de notas relativas al espectáculo o de color para revistas de gran tirada como Gente y Siete días y luego pasó a trabajar frente a cámara en noticieros televisivos como el de Canal 9 cubriendo el mismo tipo de temática a la que sumó casos sobre eventos misteriosos o paranormales; aunque en su doble rol de director y coguionista Diego Lerman -Tan de repente (2002), La mirada invisible (2010), El suplente (2022)- lo aborda haciendo foco en un momento específico de su carrera, cuando a mediados de la década del 80 aprovecha la oportunidad de atraer a millones de televidentes con un supuesto avisaje de Ovnis en la provincia de Córdoba.

Un abordaje ficcional rodado con la estética de la televisión de aire de esa época, en el que el marco y el personaje tienen casi el mismo peso, ya que se lo presenta como alguien que sabe moverse entre las bambalinas del teatro y los pasillos de los canales y hacer amistad con estrellas del momento, como la mezcla de Susana Giménez y Moria Casan que con acierto encarna Mónica Ayos.

Después de ese punto de partida y de decir la icónica frase “Seguime Chango, seguime” a su leal camarógrafo -Sergio Prina como una presencia querible en cada una de sus intervenciones-, la trama se va oscureciendo y se va alejando cada vez más de los hechos reales del mismo modo en que los noticieros dejaron de basar su contenido en las noticias y buscaron rating en ese tipo de notas sensacionalistas, hasta desembocar en un final tan contrafáctico como fantástico.

Final que desconcertó a muchos espectadores y críticos, aunque no desentona con el desarrollo previo ni con la asumida fama de fabulador del protagonista, que puede comprobarse en las escenas de archivo que se han incluido entre los títulos de crédito.

El largometraje se estrenó en septiembre de este año en la 72ª edición del Festival internacional de cine de San Sebastián -donde se destacó la actuación de Sbaraglia pero no se entendió demasiado el contexto-; ese mismo mes pasó fugazmente por algunas salas comerciales argentinas y desde octubre fue lanzado por la plataforma Netflix con cierto suceso, donde aún se lo puede ver como una suerte tributo irónico.

Ficha técnica/ Dirección: Diego Lerman. Guipin: Diego Lerman, Adrián Biniez. Música: José Villalobos. Fotografía: Wojciech Staron. Intérpretes: Leonardo Sbaraglia, Sergio Prina, Mónica Ayos, Osmar Núñez. Origen: Argentina – 2024. Calificación: Sólo apto para mayores de 13 años.

Autor: Redacción Ecodías