La primera
parte puso el “Continuará…” cuando el grupo de trece enanos encabezado por Thorin -heredero al trono-, acompañado
por el hobbit Bilbo Bolson y el mago Gandalf, se acercaba a Erebor para
enfrentar al dragón que diezmó su pueblo, usurpó su tierra y robó sus tesoros.
Una promesa de acción que esta segunda no cumple hasta el espectacular
desenlace, después de dos largas horas dónde la trama se desvía en un bosque
tenebroso no apto para aracnofóbicos, topa con un oso gigante muy particular y
unos elfos poco gentiles – que propician un reencuentro, Gandalf cae a
sabiendas en una trampa y otras peripecias contadas en detalle.
Peter Jackson insistió o no pudo corregir el ritmo cansino derivado de su
“trilogización” de la novela de J.R.R. Tolkien, ni el tono grave que contrasta con
la vivaz aventura del original literario, ni el corrimiento del protagonismo del
asombrado Bilbo a demasiados enanos gruñones, que impiden la identificación del
espectador.
Obviamente el rodaje de los tres films se completó hace mucho -por eso la
calidad técnica es uniforme-, pero pudo hacerse algo en el montaje.
En cambio, en La desolación de Smaug se redobló el
esfuerzo por establecer paralelismos con El
Señor de los Anillos, algo que ayudará a la cohesión de las dos trilogías
y… ¿su posterior reestreno al completo?
Por fortuna, los cuarenta minutos del final -parcial porque el propiamente
dicho llegará el año próximo en El
Hobbit. Ida y vuelta – ofrecen el esperado cara a cara entre los héroes y el
villano.
La mala resolución -en CGI o diseño- del monstruo prometido pudo arruinar el film
-pensemos en Señales (M. Night
Shyamalan; 2002)-, pero el estudio neozelandés encargado de darle vida y el
director se lucieron al crear una mezcla de tiranosaurus rex y murciélago
gigante que diluye el sopor previo con coletazos y bocanadas de fuego.
Y un extra: En la ciudad se estrenaron copias no sólo en 2D y 3D, sino también
en el formato HFR -alta tasa de fotogramas-, que Jackson impulsa, recurso que
aporta mucha nitidez, aunque eso no sume demasiado al ambiente legendario.

Título original: The Hobbit. The
Desolation of Smaug
Dirección:
Peter Jackson
Guión: Fran Walsh, Philippa Boyens,
Peter Jackson, Benicio del Toro
Fotografía: Andrew Lesnie
Música: Howard Shore
Origen: USA, Nueva Zelanda – 2013
Calificación: Sólo apta para mayores
de 13 años
Intérpretes: Ian McKellen, Martin
Freeman, Richard Armitage, Orlando Bloom