David Lynch hizo adelantos sobre
la nueva temporada de Twin Peaks.

Si en el presente hay series estadounidenses con alto nivel interpretativo, buenos
guiones y directores destacados como Martin Scorsese o Steven Soderberg, que buscan
en proyectos televisivos la libertad creativa que falta en el cine industrial,
se debe en buena parte a un ciclo pionero que desafió los prejuicios sobre el medio.

Un cuarto de siglo atrás David Lynch realizaba Twin Peaks, una serie potente. El director no resignó el estilo y
la estética personalísima de sus largometrajes y desde abril de 1990 a junio de
1991 realizó un policial con no pocas irrupciones del género fantástico. Además
de escribir -junto a Mark Snow- los guiones, producir e interpretar a un detective.
Ambientada en la ficticia ciudad del estado de Washington que da nombre a la
serie, la trama inicia con el hallazgo del cadáver -envuelto en plástico- de la
bella y popular Laura Palmer.
Un asesinato cuya investigación revoluciona a la pequeña comunidad, porque el
agente del FBI Dale Cooper no teme molestar a vivos o muertos para llegar a la
verdad.
Dos temporadas, que sumaron una treintena de episodios que en ese momento tuvieron
repercusión, pero que con el tiempo alcanzaron status de serie de culto.
Lynch rodó la precuela cinematográfica Twin
Peaks: Fuego camina conmigo en 1992 y después menudearon los rumores sobre
supuestas secuelas. Recién en 2014 fueron confirmados por el director, que
periódica y estratégicamente desliza detalles de la preproducción.
En resumen, será una temporada corta de nueve episodios -hasta el momento- a
estrenar en 2016; ambientada en el presente donde nuevas evidencias podrían
ayudar a esclarecer viejas incógnitas.
Y hace poco se supo que participarán varios de los intérpretes originales; entre
ellos el más esperado: Kyle MacLachlan, como el intuitivo agente Cooper.
Excelente razón para reincidir o ver por primera vez las temporadas previas, en
la edición Blue-Ray con 90 minutos de metraje nunca vistos que la productora
piensa lanzar este invierno -negocios son negocios- o en las previsibles
pasadas por cable y streaming.
Sólo queda esperar y desear que se recree la atmosfera inquietante del original.