Lo que originalmente era “El guardaespaldas del asesino a sueldo” se estrenó como
Duro de cuidar y por una vez la manía
de cambiar el título de los films extranjeros por algo pretendidamente vendedor
en vez de traducirlo tuvo un poco de sentido, porque este recupera algo del
modo despreocupado de presentar la violencia que tenía Duro de matar (John McTiernan; 1988) y la relación entre los protagonistas
apunta a la tercera secuela de esa saga de acción, donde el detective McClane
de Bruce Willis confrontaba primero y colaboraba después con el personaje interpretado
por Samuel L. Jackson.
La cosa va así: Michael Bryce –Ryan Reynolds– era
un eficientísimo agente que dejó la CIA y fundó en Londres su propia compañía de
seguridad al servicio de magnates y ricachones que fue una mina de oro hasta
que le mataron un cliente y terminó como guardaespaldas de segundones perseguidos
por sus acreedores.
En esas seguía cuando su ex novia y agente de Interpol le confía un caso
desesperado: lograr que un famoso asesino a sueldo llegué a testificar en Ámsterdam
antes que los amigos del tirano enjuiciado lo vuelen por los aires.
Optima oportunidad de recuperar el prestigio perdido, si ese asesino no fuera
Darius Kincaid -Samuel L. Jackson-, su enemigo por más de una década.
Resumen argumental que revela una buddy movie de tantas, aunque se trate de una
coproducción bastante sui generis, el tono sea de comedia y la pareja central funcione
muy bien.
Aún dormido Reynolds se enfurruña con gracia y Jackson insulta -una de las
razones de la calificación local tiene que ver con eso- , bromea, canta con su
voz tonante y logra la empatía inmediata del espectador, aunque vaya dejando cadáveres
a diestra y siniestra.
Ambos hacen un recorrido lleno de obstáculos inverosímiles en locaciones
bellísimas de la capital británica y en particular de la holandesa, donde se
desarrolla la mejor escena, una persecución imposible por callecitas angostas, canales,
bucólicos parques y puentecitos pintorescos. A pie, en moto, lancha y
automóvil, con armas varias, sin que falte una pistola de bengalas y un bazuca.
Doble protagónico absoluto en el que se asoman algunos rostros famosos como el
de Salma Hayek -la explosiva esposa latina de Darius que también insulta pero en
castellano-; el portugués Joaquim de Almeida -jefe de Interpol- y Gary Oldman -riéndose
de sí mismo como el villano megalómano-, que evidencian que el encargado del
casting fue por lo obvio.
Divertimento que cumple como tal, mientras se burla de los absurdos del género
de acción.
Título original: The Hitman`s Bodyguard
Dirección: Patrick Hughes
Guión: Tom O’Connor
Fotografía: Jules O’Loughlin
Música: Atli Örvarsson
Origen: USA, China, Bulgaria, Holanda – 2017
Calificación: Solo apta para mayores de 16
años
Intérpretes: Ryan Reynolds, Samuel L. Jackson, Salma Hayek, Elodie Yung, Gary Oldman, Joaquim de
Almeida
Estreno local: 14/9/17
> Directora
Valeria Villagra
> Secretario de redacción
Pablo Bussetti
> Diseño gráfico
Rodrigo Galán
> Redacción
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> Difusión en redes sociales
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> Colaboradores
Claudio Eberhardt
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