La serie española La casa de papel conquista a espectadores de varios continentes.

No es casual que se escuche el tema “Bella Ciao” en alguna radio, ni los buzos
rojos o las máscaras con los bigotazos de Salvador Dalí en los puestitos de
venta callejera o el cotillón del barrio, eso refleja el éxito de la serie
española La casa de papel.
Fue lanzada en mayo de mayo de 2017 en el canal Antena 3 con buenas
interpretaciones, valores de producción y una relativa respuesta del público y
la crítica; pero el suceso llegó cuando la primera temporada de nueve episodios
fue comprada, reeditada en 15 más breves y relanzada por Netflix.
El influyente servicio de streaming la incluyó en su catálogo en diciembre
pasado y de allí en más la popularidad fuera de las fronteras hispanas estuvo casi
asegurada por sus millones de subscriptores alrededor del globo.
La propuesta es encuadrable en el género de suspenso y acción y su núcleo, un
robo riesgoso y audaz.
Punto de partida transitadísimo en las Heist Movies o subgénero de atracos, que
hace lucir al ciclo como una versión extendida de El plan perfecto (Spike Lee; 2006) o una dramática de Los Simuladores (Damian Szifrón;
2002-03).
La historia se cuenta desde el punto de vista de Tokio, una de los ocho perpetradores
que esconden sus identidades bajo nombres de ciudades y se resuelve en
flashbacks sucesivos, que van y vienen para sostener la tensión información.
Todo comienza cuando un ignoto autodenominado “El Profesor” -Álvaro Morte-
recluta un grupo de profesionales del afano para llevar a cabo su plan maestro y
conseguir un botín multimillonario.
Después de ensayar exhaustivamente el operativo comando, irrumpen -vestidos de
la cabeza a los pies de rojo y enmascarados- al equivalente madrileño de la
Casa de Moneda para alzarse con la ídem.
Plan genial, que se complica con una toma de rehenes y el correspondiente sitio
de la policía, resultando en episodios vibrantes donde hasta la elección de la
música tiene su peso y atrapan aunque estiren demasiado los hechos para tener
otra temporada.
No obstante esas especulaciones y la natural repetición y perdida de sorpresa a
partir de la segunda -de nueve episodios- que se lanzó completa este mes, se ve
con interés y para variar, sin necesidad de doblajes o subtitulados neutros.
Ya está entre las producciones más vistas de la señal y como candidata a una
tercera ronda.