Título original: The Boys are Back
Dirección: Scott Hicks
Guión: Allan Cubitt
Música: Hal Lindes
Fotografía: Greig Fraser
Origen: UK, Australia – 2009
Calificación: Sólo apta para mayores 13 años
Intérpretes: Clive Owen, Emma Booth, Laura Fraser, George MacKay, Nicholas McAnulty, Julia Blake

Joe Warr es un periodista británico que trabaja en un importante diario australiano y vive feliz con su mujer y el hijito de ambos, hasta que súbitamente la joven enferma y muere.
En medio del dolor Joe se replantea su rol de padre, no sólo para con el pequeño sino con el hijo de su anterior matrimonio, que dejara casi abandonado en Londres al emigrar a Australia.
Una aventura “de muchachos” -el título original apunta a eso-, que tienen que aprender a vivir sin mujeres.
El director australiano Scott Hicks, que se diera a conocer internacionalmente con Claroscuro (1996) y logró un cierto éxito con la comedia Sin reservas (2007), tomó la novela autobiográfica del periodista Simon Carr y se lanzó al terreno del melodrama -el que domina mejor- descansando en la capacidad actoral del británico Clive Owen.
Una trama tierna pero muy convencional, que tiene como única novedad -la novedad no es un valor per se, pero el cliché es indudablemente un demérito- el presentar una familia basada en la camaradería masculina -a contramano de los consejos y enojos de parientes y amigos- y la ambientación en paisajes australianos poco conocidos y bellamente fotografiados.
Fuera de ello se cae en varios vicios del género melodramático, como el golpe bajo de mostrar un infante clamando por su madre muerta o la inclusión de diálogos entre fantásticos y fantasmales con ella.
De vuelta a la vida es uno de esos filmes que nunca se hubieran distribuido internacionalmente -o hubieran terminado como especial de TV- de no tener el protagónico de un famoso como Owen, aunque al menos se lo ha sacado de una seguidilla de personajes de acción y se lo ha puesto a ejercitar los lagrimales propios y ajenos. Un mérito bastante modesto.