Se viene el nuevo recurso para que el público llene las salas de cine.

Corren rumores de que en 2016 se abrirán las primeras salas comerciales 4D en Argentina,
comenzando en Capital y el Gran Buenos Aires.
El número y la letra corresponden a “cuatro dimensiones”, aunque están lejos de
la legendaria “Cuarta dimensión” de la física y la ciencia ficción, que permitiría
acceder a algo tan elusivo como el tiempo.
El artilugio vuela bastante más bajo y consiste en ambientar el material visual
-en 2D o 3D indistintamente- con movimientos de butaca, vibraciones de
diferente intensidad, corrientes de aire, niebla, lluvia, ¡nieve! y aromas -de
los bellos y de los otros-, en coincidencia con lo que sucede en pantalla.
No es un invento novedoso, ya que en parques de diversiones y ferias de
ciencias se han hecho este tipo de proyecciones desde hace décadas, pero en
2009 una compañía coreana desarrolló su propio sistema -el 4DX- y lo implementó
en salas comerciales con notable repercusión y ganancias.
Al año siguiente se usó en Hollywood y de allí se ha ido extendiendo a
diferentes puntos del planeta, con franquicias de la compañía coreana o con
patentes propias.
De hecho, hace unos meses se presentó un sistema desarrollado en Argentina por
Lumma Ingenieria Audiovisual, que sería el que finalmente se instalaría en las salas
locales.
Aunque este nuevo recurso para mover a los espectadores de las cada vez más
grandes, nítidas, cómodas y enormes pantallas domésticas, no va a producir una renovación
completa de equipos como la que supuso la proyección digital y posteriormente
el 3D; ya que aún más que en este último se justifica en tramas en las que
domina la acción y requiere de un programa especial que sincroniza las imágenes
con los elementos “reales” -asientos, equipos de sonido, aromatizadores,
ventiladores y otros gadgets-, un trabajo de varias semanas a un determinado
costo económico.
Este año, en varios puntos cardinales pudo verse en 4D a Mad Max: Furia en el camino; Vengadores
2, Rápidos y furiosos 7 entre
los títulos más movidos y la aventura infantil Paddington y el thriller La
dama de negro 2 entre los más “climáticos”, pero la mayoría son tanques
publicitados y capaces de arrastrar multitudes a pesar de la entrada cara.
Para aferrarse a la butaca y soltar el bolsillo. Literalmente.