Un repaso a los cinco estrenos
cinematográficos que pintan mejor en este momento.

Hay que comenzar diciendo que los únicos estrenos que abundan actualmente son
los pospuestos.
Con lo anterior en claro, las reprogramaciones con la publicidad más machacona
serían las de Marvel Studios, cuyos tanques hacen fila -literalmente- porque la
trama de uno va encadenada a la de los otros. Un inconveniente inesperado de
producir para un Universo Cinemático (MCU), ocasionado por la pandemia.
Pero la lista que provoca en el espectador medio algo parecido a un síndrome de
abstinencia por la pantalla grande, seguramente tiene a uno o varios títulos de
los que siguen:
Tenet de Christopher Nolan, que ya
se lanzó en varios lugares del mundo con salas abiertas y a pesar del aforo
limitado, parece que podría sino ganar al menos recuperar los largos 200
millones de dólares de su presupuesto.
Una de espías internacionales con toques de género fantástico, protagonizada
por John David Washington y Robert Pattinson y con la espectacularidad visual y
complejidad narrativa que caracteriza al estilo de su director.
Duna, la versión de Denis Villeneuve
de la clásica epopeya de ciencia ficción escrita por Frank Herbert, que sería
la respuesta del canadiense a aquella Dune
de David Lynch (1984), realizada cuando todavía no se contaba con la tecnología
digital que hoy le ha permitido los lujos visuales que anticipan los trailers.
007: Sin tiempo para morir (Cary Joji
Fukunaga; 2020), con el arquetípico espía británico volviendo de su retiro para
atrapar un peligroso villano tecnológico interpretado por Rami Malek y
probablemente la última entrega de la franquicia protagonizada por Daniel
Craig, el mejor James Bond hasta la fecha.
Respect (Liesl Tommy; 2020), que
sigue la tendencia de las biopics de estrellas del espectáculo y propone un
acercamiento a Aretha Franklin, la gran cantante, pianista y compositora de
soul y rhythm and blues.
Un drama salpicado por sus temas -el título refiere a uno clásico-, que pone
acento en su lucha contra el establishment preponderantemente blanco y machista
de la industria musical en los convulsionados años sesenta de sus comienzos;
protagonizada con acierto por Jennifer Hudson, salvando las distancias con la
voz imposible de parangonar de la “Reina del Soul”.
Y en quinto lugar e incluyendo a la vapuleada cinematografía local, la
producción argentina más esperada sería la comedia La noche mágica, que marca el debut cinematográfico del director y
productor televisivo Gastón Portal.
Trama encabezada por Natalia Oreiro y Diego Peretti, que se desarrolla en
vísperas de Navidad, cuando un ladrón que entra a robar en un caserón de San
Isidro es confundido con Papá Noel por la hijita de los dueños y termina
tratando de cumplir su lista de deseos, entre otros enredos mayúsculos.
Títulos pendientes que en teoría tendrían que ir llegando a las salas
argentinas entre octubre y diciembre, lo que significaría la reapertura de las
salas comerciales y una gran noticia para los exhibidores, aunque habría que
ver si eso sucede y cómo respondería el público.