El Festival Internacional de Cine de Cannes este
año llega a su sexagésima quinta edición y lo celebra de un modo sencillo -la
crisis económica europea lo hace necesario-, desde el diseño de su poster oficial,
que ostenta una fotografía en blanco y negro de Marilyn Monroe.
Los organizadores eligieron su imagen porque: “50 años después de su muerte, la
estrella sigue siendo una de las figuras mayores del cine mundial, una eterna y
contemporánea referencia de gracia, misterio y seducción.”
Lo curioso es que mientras vivía -al momento de su muerte en circunstancias aún
no demasiado claras tenía sólo 36 años-, la icónica comediante jamás llegó a
pisar la alfombra roja, ni el famoso Paseo de la Croisette.
El poster la muestra con los parpados bajos y soplando la única velita de una pequeña
torta de cumpleaños, que ella misma sostiene. Un gesto fugaz capturado por el
destacado fotógrafo alemán Otto L. Bettmann, que desarrollo su carrera en
Estados Unidos desde la década del treinta y habría tomado esa fotografía el 1
de junio de 1956, cuando Marilyn cumplió 30 años.
El Festival se extenderá desde el 16 al 27 de mayo y el cartel presidirá cada
fiesta, acto y proyección en un homenaje, que será uno de los más destacados,
pero definitivamente no el único.
Durante 2012 se sucederán las publicaciones, las subastas de pertenencias y
fotografías, las retrospectivas de su filmografía y los espectáculos basados en
su biografía.
Y en el país, el estreno de Mi semana
con Marilyn (Simon Curtis; 2011), está programado para junio.
Un drama que recrea algunos aspectos del agitado rodaje de la comedia El príncipe y la corista (Laurence
Olivier; 1957) en Gran Bretaña y tiene a Michelle Williams -que logró un
notable parecido físico y una nominación al Oscar- en el protagónico.