A pesar de la década larga que la separan del estreno
de Buscando a Nemo (Andrew Stanton,
Lee Unkrich; 2003), esta secuela transcurre un año después de que Merlín recuperara
a su hijito con la ayuda de la atolondrada Dory.
Los tres pececitos comparten la vida amable del arrecife, hasta que un día
cualquiera y no obstante su falta de memoria de corto plazo, ella recuerda que
en algún lugar del océano están su madre y su padre y se lanza en su busca.
Allí comienza una nueva jornada llena de situaciones peligrosas y emocionantes encuentros,
especialmente desde que Dory se pierde y Nemo y su padre tratan de reencontrarla.
Pixar revisita uno de los mundos más particulares que supo crear, en un momento
en que aún éxitos premiados como Intensamente
(Pete Docter, Ronnie Del Carmen; 2015), no logran la magia de sus primeras
animaciones y arriesgando el buen recuerdo de la aventura marina original.
Vuelven los mismos personajes con la carga del protagonismo invertida, ya que Dory
supo ganarse al público infantil con sus despistes en un secundario y ahora está
en el centro del relato, con algunos momentos angustiosos, pero con la capacidad
de hacer reír intacta.
Lo mejor se encuentra en las escenas compartidas con el pulpo Hank, el más divertido
de varios nuevos personajes que aportan “biodiversidad” al relato, junto a un -en
realidad una- tiburón miope, una pareja de lobos marinos, una gavia torpe, varios
cangrejitos, un temible calamar temible y algunos humanos irritantes.
Por supuesto, se renueva el mensaje de aceptación y respeto por las diferencias
y se agrega el de superación de las propias limitaciones, pero lo que prima es
el color, la espectacularidad de las imágenes y el humor no exento de
referencias y autorreferencias cinéfilas para los adultos que acompañen a los
pequeños, que son los verdaderos destinatarios del film.
Y además del corto que suele preceder a las animaciones de Pixar -en este caso Esperando la marea (Alan Barillaro;
2016), sobre un pichón que intenta perder el miedo al mar-, puede verse al
pulpo Hank camuflándose durante los créditos finales y después, una escena de
yapa sin desperdicio.

Título original: Finding Dory
Dirección: Andrew Stanton, Angus MacLane
Guión: Andrew Stanton, Victoria Strouse
Fotografía: Jeremy Lasky
Música: Thomas
Newman
Origen: USA – 2016
Calificación: Apta para todo público