Esta es
la segunda versión, corregida y aumentada, del clásico cuento de los Hermanos
Grimm, que se estrena en el año. La primera –Espejito, espejito (Tarsem Singh; 2012)- llegó en tono de comedia
romántica, a diferencia de esta, que recupera el gótico -terror en viejos
castillos y mazmorras- del original literario y le agrega épica.
En un pasado mágico muy parecido a la Edad Media del común de los mortales, un
rey viudo y padre de una princesita pálida y bondadosa, rescata, se enamora y
se casa con una bella mujer llamada Ravenna.
Desafortunadamente, la tal Ravenna -sobreactuada Charlize Theron estilo Condesa
Bhátory- resulta ser una poderosísima hechicera obsesionada con el poder y la belleza.
Para obtenerlos asesina a su marido, encierra a su hijastra y va agostando los recursos
naturales y humanos del reino.
Ya adulta, Blancanieves -Kristen Steward con cota de malla y la misma
gestualidad de la saga Crepúsculo– escapa
de su prisión como el Jean Valjean de Víctor Hugo y se esconde en el Bosque Oscuro.
Donde la reina envía al Cazador -los muchos músculos y la poca expresividad de
Chris Hemsworth- para recapturarla, aunque conmovido por la bondad de la
princesa termina ayudándola en su lucha por recuperar el trono.
El director británico Rupert Sanders, viene del campo publicitario y se nota que
este es su primer largometraje. No tanto por el manejo de los efectos visuales
-al parecer consiguió el encargo rodando un demo que convenció a la producción
de su capacidad-, como en la cantidad de secuencias casi calcadas de la mayor
parte del las epopeyas de los últimos años -comenzando por El Señor de los Anillos, Princesa
Mononoke, Juana de Arco y Las Crónicas de Narnia– y la recordada Blancanieves y los siete enanos (1937) de Disney.
Maléficas aves negras; ejércitos espectrales; un troll con veleidades de unicornio;
¡ocho enanos que no son enanos!, sino estupendos actores británicos achicados
con CGI; un espejo bruñido que se convierte en una escultura de Kevin Francis
Gray, son sólo algunos de los condimentos de este film pensado para adolescentes.
Ofrece una experiencia visual y a la heroína y la villana como caras de una
misma moneda, en un giro interesante del enfrentamiento de rigor entre el bien
y el mal y allí queda.
O no, porque el final indefinido delata que recién en la secuela la Princesa
elegirá a uno de sus dos pretendientes para el verdadero “y fueron felices para
siempre”.

Título original: Snow White and the
Huntsman
Dirección: Rupert Sanders
Guión: Evan Daugherty, Hossein Amini, John Lee Hancock
Fotografía: Greig Fraser
Música: James Newton Howard
Origen: USA- 2011
Intérpretes: Kristen Steward, Chris
Hemsworth, Charlize Theron, Sam Claflin, Ray Winstone
Calificación: Sólo apta para mayores de 13 años