Título original: The Dark Knight
Dirección: Christopher Nolan
Guión: Christopher Nolan, Jonathan Nolan basados en los personajes creados por Bob Kane
Fotografia: Wally Pfister
Música: Hans Zimmer, James Newton Howard
Origen: USA – 2008
Calificación: Sólo apta para mayores de 13 años
Intérpretes: Christian Bale, Michael Caine, Morgan Freeman, Gary Oldman, Aaron Eckhart, Maggie Gyllenhaal, Heath Ledger

Hace tres años el director británico afincado en Estados Unidos Christopher Nolan sorprendió con Batman inicia. Porque consiguió lo inconseguible: mejorar la que se consideraba versión definitiva de Batman filmada por Tim Burton, y lo hizo quitándole los últimos vestigios farsescos y convirtiéndola en casi una tragedia.
La buena recepción de crítica y público garantizó la secuela, que fue esperada ansiosamente no sólo por los seguidores de las peripecias del superhéroe, sino también por los de Nolan.
Y… lo hizo nuevamente. Con Batman, el caballero de la noche alcanza el mismo nivel que su predecesora, aunque con otros matices, ya que aquella se basaba más en las actuaciones que en los efectos y esta nivela la incidencia de los dos elementos.
Reencontramos a Batman (Christian Bale) persistiendo en su lucha contra el crimen en Ciudad Gótica, respaldado por el incorruptible Teniente Gordon (Gary Oldman) y el Fiscal de Distrito Harvey Dent (Aaron Eckhart). Pero deberá redoblar sus esfuerzos ante el crudelísimo Guasón (Heath Ledger), que provoca un verdadero caos con sus robos y asesinatos.
Una trama que vuelve sobre el tema de la justicia y cómo administrarla -esta vez el guión lo firman el director junto a su hermano Jonathan Nolan-, poniendo a terciar entre villano y héroe la figura del político estrella Harvey Dent a quien le toca decir la frase: “Una de dos: se muere como héroe o se vive lo suficiente como para convertirse en un villano”, cuyo cinismo adelantará uno de los momentos claves de la acción.
Un film con estética tan oscura como perfecta -con escenas de persecución en las calles vacías de la ciudad tan bellas como trepidantes-, complementada por una considerable cantidad de efectos especiales y de maquillaje. Y un gran nivel actoral, que permite seguir cantando loas a Michael Caine, Morgan Freeman y especialmente a Gary Oldman. Con un aparte para el recién llegado Aaron Eckart y para Head Ledger, que logra un Guasón ácido e implacable pero no tan descollante como el morbo provocado por su temprana muerte.
Todo lo anterior -a pesar de los excesivos 150 minutos de metraje- hace de este Caballero de la noche un hito del cine fantástico de superhéroes.