El Oscar cederá parte de protagonismo al súper agente James Bond.

El cincuentenario de la serie de films de James Bond -el primero fue Dr. No (Terence Young; 1962)- puede
parecer una fecha inane, pero desde el punto de vista industrial tiene su
importancia y por eso la fiesta mayor del cine lo homenajeará “por todo lo
alto”.
007 -numero de su licencia para
matar-, ha estado siempre al servicio de Su Majestad, pero hace muchos años que
la cinematografía británica comparte costos, distribución internacional y
ganancias con estudios “americanos”.
No hay fórmulas infalibles para satisfacer el gusto de los espectadores
-afortunadamente-, pero es innegable que el sofisticado, audaz y cruel Bond, creado
por el escritor Ian Fleming basado en sus propias experiencias como agente
encubierto durante la
Segunda Guerra Mundial, captó un público masivo y fiel.
El éxito inmediato pudo deberse a los temores por la guerra fría, el atractivo
de Sean Connery o la mezcla de peligro, glamour y erotismo, pero después de décadas,
cambios sociales, políticos, económicos y sobre todo de protagonistas y elencos
el interés se sostiene. Un record estudiado por publicistas, semiólogos como
Umberto Eco o simposios ad hoc, sin resultados demasiado claros fuera del de
constituir una ceremonia cinéfila.
2012 fue bastante más que el aniversario del medio siglo, porque se estrenó la secuela
comercialmente más exitosa de la serie donde se relanzó el personaje -sostenido
en la figura de Daniel Craig y la notoria participación en la apertura de los
Juegos Olímpicos londinenses.
También reediciones de las novelas, los films y comercialización de otros productos,
como los dos CD – “Best of Bond… James
Bond- 50th Aniversary Collection”-, que compilan lo mejor de las recordadas
bandas sonoras.
Pero el 24 de febrero de 2013 -en el Teatro Dolby de Los Ángeles, California- la Academia de las Artes y
Ciencias Cinematográficas de Hollywood en la 85ta ceremonia de entrega de los
premios Oscar dará al agente británico un lugar preponderante por ser la serie
de películas más larga en la historia del cine.
Y no terminará en eso ya que Skyfall
(Sam Mendes, 2012) -estrenada en noviembre- consiguió cinco nominaciones por mérito
propio. A la fotografía de Roger Deakins; la edición de sonido de: Per Hallberg y Karen Baker Landers; la mezcla de sonido de Greg
P. Russell y Stuart Wilson; la música original de Thomas Newman y el
premio -que casi se da por ganado- a la mejor canción original para el tema
interpretado maravillosamente por Adele –Adkins- y compuesto
por ella misma y Paul Epworth.
Una excusa para ver la transmisión por TNT -siempre demasiado larga y mal
subtitulada-, ya que este año no hay nominados argentinos.