Hay un nuevo superhéroe en el cine del barrio.
Hace una década eso era garantía de éxito, pero el filón empieza a mostrar
signos claros de agotamiento.
Mientras tanto, los estudios siguen produciendo secuelas y lanzan “novedades” para
aprovechar lo que quede, como DC Entertainment, que después de varios aplazos
dio salida a Aquaman, su personaje marino.
Héroe a la manera clásica, ya que nació de los amores de un padre humano y una
madre divina. Para ser exactos, el farero Tom Curry y Atlanna, reina de
Atlantis engendran al pequeño Arthur, un niño que inmediatamente después un
prólogo muy “potteriano” y los títulos se presenta como un adulto lleno de
músculos, capaz de rescatar un submarino a mano limpia.
Una escena en la que el hawaiano y ex luchador Jason Momoa, parece dispuesto a
disputarle a
Wayne Johnson el puesto de fortachón apto para todo servicio de Hollywood.
Sabiamente, el director James Wan -en alza en este momento- evita la típica
historia de origen e intercala flashbacks, que retrotraen a la infancia del
protagonista y su entrenamiento como príncipe heredero con el conflicto
principal: su medio hermano no sólo quiere reclamar el trono de Atlantis, sino el
dominio total de los océanos y atacar la superficie para deshacerse de los sucios
humanos que los contaminan y enferman.
La princesa Mera -figura femenina de la historia- pide ayuda a Arthur para neutralizar
esos planes destructivos y para que medie entre sus dos mundos, algo que
primero rechaza pero después no tiene más remedio que aceptar.
La comparación con Thor (Kenneth
Branagh; 2011) cabe tanto por la trama que confronta a dos hermanos por el
poder, como por el componente humorístico y hace evidente que el guión no
propone nada nuevo ni mejor en este tipo de film.
Pero destacan la propuesta visual y el uso del CGI, que con algunos desniveles acaparan
la mayor parte de los 143 minutos de metraje, con un desfile de bichos marinos
reconocibles o fantásticos.
Marco luciente para una historia manida, con su pequeño mensaje ecológico y de aceptación
del diferente; referencias a Verne; Harryhausen y la filmografía fantástica en
general, que culmina en una batalla trepidante y ya obtuvo recaudaciones
millonarias que prometen Aquaman para un buen rato.
Glu, glu, glu.
Dirección: James Wan
Guion: David Leslie Johnson-McGoldrick & Will Beall Brian Sieve
Fotografía: Don Burgess
Música: Rupert Gregson-Williams
Intérpretes: Jason Momoa, Amber Heard, Nicole Kidman, Willem Dafoe, Yahya
Abdul-Mateen II
Origen: USA – 2018
Clasificación: Sólo apta para mayores de 13 años
> Directora
Valeria Villagra
> Secretario de redacción
Pablo Bussetti
> Diseño gráfico
Rodrigo Galán
> Redacción
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> Difusión en redes sociales
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> Colaboradores
Claudio Eberhardt
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