La ceremonia de los premios de la Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina se transformó en un tributo a Leonardo Favio.

Este año se demoró por las medidas sanitarias contra la gripe, pero finalmente la noche del lunes 10 en el Estudio Mayor de Canal 7 de Buenos Aires y con la conducción de Gabriela Rádice tuvo lugar la 57ma. entrega de los tradicionales premios Cóndor a la actividad cinematográfica nacional.
Ceremonia muy sobria en la que el film Aniceto, de Leonardo Favio, ganó nueve de sus once nominaciones: mejor guión adaptado, revelación masculina para su protagonista Hernán Piquín, fotografía, montaje, sonido, música, dirección de arte y las dos más importantes a mejor película de 2008 y mejor realizador para Favio.
Casi un desagravio, porque a pesar de las críticas positivas, la exhibición y distribución del film tuvo muchos inconvenientes.
Cada uno de sus colaboradores le dedicó su premio y cuando él tomó la palabra fue para agradecer emocionado el apoyo de todos, en medio de un aplauso cerrado.
Otros premios destacados fueron el de mejor actriz a María Onetto por La mujer sin cabeza, de Lucrecia Martel. El de mejor actor, compartido por Jorge Marrale y Oscar por sus trabajos en Cordero de Dios y El nido vacío, respectivamente. Mejor actriz de reparto para Malena Solda por Cordero de Dios y actor de reparto a Gabriel Goity por Un novio para mi mujer. El de revelación femenina para Ana Celentano por Las vidas posibles y a mejor opera prima para Cordero de Dios de Lucía Cedrón.
El momento más emotivo fue al repasar las figuras fallecidas durante el último año, con aplausos especiales cuando se vieron imágenes de Ulises Dumont y el director Alejandro Doria.
Además hubo premios a la trayectoria de Federico Luppi, la periodista Clara Fontana, el director de fotografía Ricardo Younis y la actriz Diana Maggi.
Y Liliana Mazure -presidente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales- anunció la instalación de un canal satelital para difundir films argentinos en todo el país. Algo que beneficiaría la relación algo fría entre los espectadores y su cine.