©Todos los derechos compartidos

Amor por siempre
La literatura y el cine suelen ofrecer tramas románticas en las que tercia la muerte, intentando o llevándose de plano a uno o a los dos amantes.
Categoría: Cine

La literatura y el cine suelen ofrecer tramas
románticas en las que tercia la muerte, intentando o llevándose de plano a uno
o a los dos amantes.
Entre ellas están 50/50 (Will
Reiser, 2011) que fue una bastante buena y Amor
por siempre,
que parece su versión “al vesre”.
Las dos son comedias dramáticas, pero mientras aquella tenía un protagonista
masculino algo aburrido, esta tiene una chica divertidísima. Él se llevaba la
sorpresa más horrible de su vida cuando le diagnosticaban un cáncer en la columna
vertebral y a ella le pasa algo parecido, aunque el tumor está donde la espalda
pierde el buen nombre. Él tenía un amigo impresentable que aflojaba la tensión
con bromas de pésimo gusto; ella las hace por si misma y la producción se ahorra
el sueldo de un actor secundario.
La ironía no es excesiva, sino inevitable y hasta necesaria, porque no hay
manera de entrar en el humor y menos aún en el dramatismo de Amor por siempre.
Nada funciona empezando por la dirección de Nicole Kassell, que impresionó con
su opera prima El hombre del bosque
(2004) y aquí no aparece.
El guión resulta absurdo en su intento de transgredir con escenas como la del
mini taxi boy -sic- o la de Whoopy Goldberg encarnando a Dios entre nubes.
Tampoco convence el elenco, probablemente porque los personajes no están bien
delineados y algunos son caricaturas.
Kate Hudson es la protagonista y no deja de sonreír un solo momento, aunque su
personaje pasa de ser una saludable detractora del romance a una enferma grave y
enamorada. El objeto de ese amor es nada menos que su oncólogo mexicano, judío -dos
características que se presentan antitéticas y graciosas-, atractivo, obviamente
despreocupado por la ética médico-paciente y encarnado con displicencia por
Gael Garcia Bernal.
Una pareja sin química, a la que tratan de apuntalar sin resultado Kathy Bates
como una preocupada madre y Treat Williams como un padre ausente; además de Lucy
Punch y Romany Malco como los amigos torpes de rigor.
Este elogio de la manía está ambientado en la ciudad de New Orleans -la parte
que quedó en pie después del huracán Katrina-, aunque su tradición esotérica no
fue aprovechada y afortunadamente tiene un final, aunque ni eso es digno de
mención.

Título original: A little
Bit of Heaven
Dirección
: Nicole
Kassell
Guión: Gren Wells
Música: Heitor Pereira
Fotografía: Russell Carpenter
Origen: USA- 2011
Calificación: Sólo apta para mayores de 16
años.
Intérpretes: Kate Hudson, Gael Garcia Bernal, Kathy Bates, Whoopy
Goldberg

facebook
Twitter
Follow
2012-03-26 16:20:00
Relacionados
ESTEMOS CONECTADOS
campañas
144 600x600px (1)
137 (1)
adhesiones
adhesion facundo 600x325px (1)
adhesion lopez 600x325px (1)
última Edición
Cooperativa Ecomedios
Nos apoyan
Nosotros
Ecodías es una publicación de distribución gratuita.
©Todos los derechos compartidos.
Registro de propiedad intelectual Nº5329002

Los artículos firmados no reflejan necesariamente la opinión de la editorial.
Agradecemos citar la fuente cuando reproduzcan este material y enviar una copia a la editorial.

> Directora
Valeria Villagra
> Secretario de redacción
Pablo Bussetti
> Diseño gráfico
Rodrigo Galán
> Redacción
Silvana Angelicchio, Ivana Barrios y Lucía Argemi
> Difusión en redes sociales
Santiago Bussetti y Camila Bussetti
> Colaboradores
Claudio Eberhardt


es un producto de:

Matrícula INAES 40.246. 

Desarrollado por Puro Web Design.

RSS
Follow by Email
Telegram
WhatsApp