Una serie de ficción recrea la vida en la cuna del jazz después del huracán Katrina.

La televisión recibe críticas en todos lados. Se la acusa de boba y malsana, pero sigue siendo el medio de comunicación más popular y… de cuando en cuando ofrece algo que merece la pena.
En esta última y excepcional categoría está la serie Treme, emitida por HBO.
La señal de cable estadounidense de alcance internacional, surgió programando estrenos de cine y en los noventa comenzó a producir material propio obteniendo éxitos como Los Soprano, Six fit Under o la comedia Sex and the City.
El caso de Treme es muy particular, ya que cuenta la tragedia de New Orleans, arrasada y esforzándose por resurgir.
El título alude a un barrio modesto del este de la ciudad y la acción comienza en 2005, tres meses después del azote del Katrina y la inundación, cuando poco a poco los evacuados vuelven a sus casas arruinadas, buscando a familiares y amigos y tratando de recuperarse del golpe.
Los protagonistas son Antoine Batiste, un trombonista en búsqueda constante de “gigs” -presentaciones-, que le den unos pesos. Ladonna Williams, ex de Antoine, desesperada por encontrar a su hermano menor. Davis, un tiro al aire presto para la diversión y la música. La pareja conformada por Toni y Creighton Bernette, una abogada y un profesor fuertemente involucrados con los derechos ciudadanos. Jannette Desautel, una chef especializada en comida sureña y con un restaurant al borde de la quiebra. Sonny y Annie, un par de músicos callejeros que dominan mejor el jazz que el romance. Y Albert Lambreaux, el personaje más peculiar del grupo, baluarte del orgullo de su raza y sus tradiciones.
El elenco tiene una gran calidad interpretativa, incluye algunos nombres conocidos como los de John Goodman, David Morse y Steve Zahn, a los que se agregan “cameos” de grandes músicos que hacen jazz o lo aman, como Elvis Costello, Allain Toussaint, entre otros.
Drama estupendamente guionado, con crítica política, exteriores en las calles rescatadas o destruidas de New Orleans y música de la mejor, en la banda sonora y en los omnipresentes shows, funerales y desfiles.
La primera y conmovedora temporada de 10 capítulos -el piloto fue dirigido nada menos que por Agnieszka Holland- terminó hace unos días en HBO, pero se repite en varios horarios y ya se ha anunciado una segunda temporada.
Para no dejarla pasar.