El ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación recibió el Doctorado Honoris Causa por su extensa labor académica en el campo del Derecho.
Además, Zaffaroni dictó una clase abierta y habló con la prensa sobre diversos temas tales como drogas, delitos y menores en conflicto con la ley.
               
En los últimos meses su nombre tuvo mucha resonancia en los medios de comunicación. Y va más allá de su experiencia y protagonismo como juez sino que en este caso se trató de la polémica generada tras la despenalización del consumo de marihuana. Hablamos del ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Eugenio Zaffaroni, quien estuvo en nuestra ciudad para recibir el Doctorado Honoris Causa por parte de la Universidad Nacional del Sur.
Por la tarde, Zaffaroni brindó una clase abierta dirigida a los alumnos locales de Abogacía. Previamente, había brindado una conferencia de prensa cuyo primer tema tuvo que ver con los resultados que está dando la despenalización del consumo de drogas: “El efecto práctico que iba a tener esto ya lo sabíamos, consiste en vaciar a los juzgados de una serie de papeleríos inútiles que nunca llegaba a nada y, por otra parte, evitar un dispendio de acción policial y judicial que no servía absolutamente para nada y que ni siquiera llegaba a la pena. Normalmente, las causas se prescribían a tal punto que hubo que elegir entre cinco causas que había en la Corte que eran las únicas no prescriptas, cuál elegíamos para hacer la sentencia”.
En cuanto a la otra pata de la ley, que refiere a la contención y la ayuda a brindarse a aquellos que sufren la problemática de drogas, Zaffaroni mencionó una serie de proyectos del Ministerio de Justicia que se están tramitando. Por otro lado, habló de un mal grave como es el paco que, dijo, es totalmente diferente a las drogas: “Creo que con el paco podemos tener éxito y erradicarlo directamente aunque eso va a tardar un tiempo, eso en el aspecto represivo. En el aspecto de tratamiento, el paco presenta una problemática que es totalmente propia, es un veneno, no es un estupefaciente. No hay un protocolo de tratamiento realmente hecho, estamos viendo si en la próxima semana convocamos a un equipo multidisciplinario pero fundamentalmente médico para que se haga un protocolo de tratamiento. Estamos trabajando con la gente directamente afectada, como las Madres de Lucha contra el Paco, y tratando de ver en lo judicial que podamos hacer en ambos aspectos”.

Inseguridad, ese tema…
Consultado sobre las aparentes ocasiones en que delincuentes “entran por una puerta y salen por la otra”, Zaffaroni comenzó a hablar del tema seguridad, negando, en primer lugar, tal afirmación: “Eso no lo veo. Invitaría a cualquiera a que todas las semanas, cuando veo causas penales, se siente al lado y mire las causas que tenemos. Hay penas perpetuas, penas de 25 años, de 20 años, de 15 y no una sino que por semana pasan muchas por nuestras manos”.
 De la seguridad se habla mucho hoy en día y muchos son los que, desde ámbitos políticos y comunicacionales, piden políticas de mano dura. Así y todo, Zaffaroni entiende que no hay realmente una preocupación por prevenir el delito en América Latina: “Tengo mis serias dudas de que a alguien le interese mucho la seguridad en toda la región. Lo que se necesita, básicamente, para prevenir algo es primero conocerlo. No hay investigación científica del delito en Argentina, no hay investigación de campo, no se hace criminología de campo, no se hace análisis de perfiles… Nada. Hay datos que se tiran, un número, nadie sabe cómo se recoge y para qué sirve, qué seriedad tienen. Si tomamos todos los presupuestos de seguridad, no se destina un solo peso a investigación criminológica de campo. En consecuencia, si yo no conozco un fenómeno no lo puedo prevenir. Por eso en toda nuestra región latinoamericana, es difícil creer que a alguien le interese en serio la prevención del delito. Esa es la tremenda duda que tengo”.
En referencia a la supuesta ola de delitos cometidos por menores de edad en nuestro país, el ministro de la Corte también refutó tal acusación con datos concretos: “El mayor de 16 años que comete un delito grave tiene que estar preso y es lo que pasa en la realidad. En cuanto al que tiene entre 14 y 15, en realidad, el número de homicidios es despreciable frente al volumen total de homicidios. Dirán de algún caso que hizo tal y tal cosa pero es porque sale a ocho columnas en el diario. Las 150 mujeres muertas por maridos, amantes o novios no salen a ocho columnas y esos no son pibes”.