Por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, más de 150 personas
que dirigen organizaciones no gubernamentales, agrupaciones, partidos
políticos, instituciones y artistas plásticos bahienses intervinieron el
monumento central de la plaza Rivadavia con lemas en defensa de los derechos de
la mujer y la niña.
Se expusieron fotografías, obras artísticas, representaciones en vivo y música
en una tarde de reflexión por los distintos aspectos en los que la violencia
machista se manifiesta en la sociedad.

“Bahía Blanca está teniendo un cambio muy grande,
hay mujeres que hace 30 años que están luchando por un cambio social. Lo que
hacemos hoy, también, es fruto de eso, les estamos dando mérito a esas
luchadoras”, introdujo Olga Corrales, coordinadora del evento. Además, dijeron
presente organizaciones oriundas de Buenos Aires, Coronel Dorrego, Pigüe y Las
Grutas. “Esta actividad es, para todos, sumamente importante, porque trabajamos
de manera colectiva y se respetan los distintos ideales, eso no quiere decir
que estemos de acuerdo en todo o que estemos en desacuerdo en todo, sino que en
este punto estamos todos unidos por la misma causa”. Con apoyo del Instituto
Cultural, “la preparación demandó 6 meses de organización, coordinación,
convocatoria y de proyectos esperados de las instituciones que trabajan
directamente con mujeres y niñas en riesgo”.
El evento “III Encuentro por la no violencia contra las mujeres, niñas y
niños”, contó con la participación de la Subsecretaría de
Niñez y Adolescencia y Familia, la Secretaría de Desarrollo Social, Instituto Cantilo, la
ONG NIDO, el Programa de la Secretaría de Acción
Social “Barajar y dar de nuevo”, la Fiscalía General Departamental, ONG Mujeres
bahienses en Acción, Servicio Integral para la familia (SEP), Defensoría
General Departamental, Juzgado de Familia Nº 2 y 3, Centro de Protección de los
Derechos de las víctimas, el programa PROMOVER dependiente del municipio, el
Servicio de Asistencia y Prevención de la Violencia Infantil
y el Maltrato Familiar y la
Comisaría de la Mujer. Como así también, la contribución de
Acciones feministas, Lillith libros de bolsillo, Asociación HIJOS, Creer Sí, murgas y grupos
teatrales y musicales.

Motivos
Un 25 de noviembre, en 1960, tres hermanas fueron asesinadas por Rafael
Leónidas Trujillo, dictador de la República Dominicana.
Las hermanas Mirabal fueron inspiración para las mujeres de su propia patria y
se convirtieron en emblema de la lucha cuando se celebró el Primer Encuentro
Feminista Latinoamericano y del Caribe, en 1981, en Colombia. Treinta años más
tarde de su homicidio, la
Organización de Naciones Unidas aprobó la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. En 1999, el
organismo internacional designó esta fecha como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer e invitó a los países
miembros a realizar actividades de sensibilización de la problemática.
La situación actual en Argentina es muy preocupante. Desde enero a junio
de este año, se registraron 119 muertes, según el Observatorio de Femicidios “Adriana Marisel Zambrano”, de la Asociación La Casa
del Encuentro. El femicidio es la forma más extrema de violencia contra las mujeres, y en dos
tercios de los casos es perpetrado por esposos, parejas, novios o ex parejas.
Aunque hay que reconocer que en nuestra sociedad, como tantas latinoamericanas,
se suceden la discriminación, el abuso sexual, la opresión, la misoginia y las
prácticas sexistas, propias de una cultura patriarcal y machista. Ya desde ONU,
se reconoce como necesaria «una clara declaración de los derechos que se
deben aplicar para asegurar la eliminación de toda violencia contra la mujer en
todas sus formas, y un compromiso de los Estados y de la comunidad
internacional en general para eliminar la violencia contra la mujer”.
Las cuestiones vinculadas con el género son construcciones socio –
culturales y psicológicas, que también, implican mirar las relaciones que se
desarrollan a partir de estas construcciones, que son de desigualdad. Por lo
tanto, los roles, los espacios, los atributos identificados con lo femenino son
construcciones que tiende a ser desvalorizado o subvalorizado, un ejemplo de esta actitud se puede palpar en el
trabajo de la mujer en lo doméstico. La violencia contra la mujer es todo acto
de violencia basado en el género que tiene como resultado posible o real un
daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción o la
prohibición arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra en la vía pública o en
la vía privada. Por lo tanto, las prácticas culturales naturalizadas, como el
acoso sexual callejero o laboral, las proscripciones respecto a la vestimenta,
el vocabulario vulgar machista, la denigración verbal siguen impactando
negativamente en las mujeres. Aunque, se ha logrado instalar en diferentes
ámbitos, la necesidad de la denuncia de hechos intramuros, cortando la barrera
de lo privado y logrando una visión social de la problemática. Los espacios
ganados en los diferentes ámbitos, como la educación, el trabajo, la
participación social- política de las mujeres hacen más próximas las
posibilidades de libertad y plenitud, aunque simbólicamente y concretamente hay
mucho por hacer.

Intervenciones
“Como artista, puedo decir que la intención es, de alguna manera,
usurpar el espacio público. Es una manera activista de llegar a la sociedad y
dar utilidad a la herramienta que tenemos con el arte, como medio de
transformación social. Reconocemos la llegada del arte a lo más interno del
humano. Por eso, esta oportunidad es única, las personas que participan hacen
su aporte, también orientamos a las mujeres para que puedan pintar sus telas de
manera artística, que les sea posible expresarse en función que sea una
catarsis para ellas. Esta actividad es sumamente independiente y autogestiva.
Cada agrupación aportó lo que quiso y lo que pudo”.
El arte como contribución a la construcción social ganó las calles y los
espacios públicos mediante esta intervención artística. En este tipo de actividades
se actúa desde el compromiso, la empatía, una actitud positiva y abierta a la
participación de la sociedad. Se intenta la puesta en discusión de la violencia
y sus diversas expresiones. El dinamismo de este encuentro residió en “generar
un espacio de expresión, representación personal y colectiva, donde mujeres,
niñas y niños puedan hacerse escuchar y visibilizarse funcionando como una
cadena de concientizadores directos y todo ello junto con el apoyo de artistas
que coordinaron el evento”, expresó el proyecto de resolución de la Cámara de Diputados de la
Nación.
De esta forma, las instalaciones, esculturas, pinturas, fotografías,
esténciles sobre telas, poemas, grabados, testimonios representados se
significaron en una puesta de escena colectiva. Con la animación de la murga
Desde el Barro, las actuaciones espontáneas del Grupo Social Mahoma y la
irrupción de Conciencia Yah, Me llamo Perras, Die Explosiven y Plug In, bandas musicales.
El monumento a las víctimas y sobrevivientes de violencia hacia las
mujeres fue “construido” con telas nuevas y usadas intervenidas,
principalmente, por mujeres, niñas y niños que han sido victimas de algún tipo
de violencia. Con dibujos y lemas como “los derechos de las mujeres también son
derechos humanos”, “basta de acoso sexual callejero”, “el machismo mata”, “que
no te callen con palabras de amor” se vistió en un gran collage. Esta
iniciativa cuenta con un antecedente de similar actividad en el año 2011. El
lema, en esa convocatoria, fue en contra de los asesinatos, de los secuestros,
en contra de las violaciones, del acoso sexual en las calles, en las escuelas,
en el trabajo, en el mismo hogar, en contra de la trata de mujeres y niños, en
contra de las muertes por aborto ilegal, en contra del uso de la violencia de género
que se manifiesta en violaciones, torturas, mutilaciones, esclavitud sexual,
incesto y abuso sexual de niñas y niños y mujeres dentro y fuera de la familia,
y en maltrato físico y emocional y acoso sexual, que termina con la muerte de
las niñas y niños o la mujer.
“Es muy importante el rol, la participación y el compromiso de la
comunidad frente a esta temática. No sólo de quienes sufren y padecen esa
violencia y esa discriminación, sino de la sociedad toda. Por lo tanto, la
inclusión de la sociedad a una actividad como esta, con la participación de
artistas y agrupaciones y de la sociedad toda, hace a la concientización y el
trabajo de la problemática de la violencia de género. Porque estamos
convencidos que promover la equidad de género ya no es una lucha sólo de las
mujeres: la misma implica un cambio en el pensamiento y la acción de la
sociedad en su conjunto que requiere, como tal, del compromiso de todas y
todos”, afirmaron los diputados en la resolución.
Unas flores de papel colgaban de un cordel, producto de los trabajos
realizados en el programa Envión en los barrios 9 de noviembre y Stella Maris.
“Estas producciones son sustanciales, porque los jóvenes hablan del tema, se
concientizan y los cambios se piensan a largo plazo”, teniendo en cuenta que la
violencia de género suele producirse en los noviazgos de las parejas más
jóvenes.

De interés municipal
Se destacó la carpa de Arte “Miradas y Postales”, que se instaló con
forma de vulva y por su temática e innovación fue declarada de interés municipal.
La invitación de la organización apuntó a establecer un intercambio
internacional de arte, ideas, amistades y miradas de un mundo que se refleja la
situación política y social de las mujeres de diversos países del mundo. “La
muestra comienza su recorrido en nuestra ciudad, pero posee el carácter de
itinerante y recorrerá los países que integran este evento para seguir
participando en muestras de galerías, museos y/o presentaciones callejeras. El
carácter itinerante de la misma nos permitirá ir sumando aquellos trabajos que
por diversos motivos llegan fuera de los plazos de entrega de esta primera
convocatoria”.
El proyecto “Miradas y postales” apuntó a la colaboración de personas
que quisieron reflejar las situaciones de las mujeres de diversas tierras, con
estructuras deshumanizadas, para darle la voz al arte, que concientizará,
informará y desnaturalizará la violencia. “Mostrando puertas afuera, puertas
adentro, debajo de la alfombra y lo que pasa en la habitación, en la cocina,
con las fobias asesinas, lo que pasa en las redes de todo el mundo, en la
política, los sociedades, porque el tema es personal, político y social”.
El mensaje fue claro: las mujeres mueren a causa de la violencia de sus
parejas y de los abortos ilegales; las mujeres son población de riesgo,
víctimas de las tratas de personas y la discriminación laboral y económica; las
mujeres sufren por el acoso sexual. “Un cuerpo controlado es un cuerpo
violentado”, más que una frase, desde siempre, las niñas fueron discriminadas
con la práctica sexista escolar del uso del guardapolvo, se les exigía que se
cubrieran, a diferencia de los varones de la secundaria. Actualmente, pocas
instituciones educativas secundarias públicas exigen el uso del guardapolvo, su
destierro significa un avance en “el pensar y en el hacer”, aunque, la
imposición de uniformes “femeninos” sigue vigente como medida de supuesto
“control y coerción”.
Los bahienses atravesaron, el sábado, la plaza, algunos se detuvieron a
observar la muestra, otros se quedaron a escuchar la música y todos, lograron
un instante de reflexión. Porque el espacio público intervenido artísticamente
logró convertirse en un espacio de debate, de información, de conocimiento.
Intercambios y movimientos mediante el activismo, que también puede considerarse,
por la cantidad y diversidad de aportes en arte público. “Nuestro
convencimiento es que el arte es el medio de catarsis, de conciencia de la
realidad y como medio transformador de la sociedad”. Los artistas se volvieron
comunicadores y catalizadores de energías sociales, y los peatones y visitantes
del evento, en un espacio de paso, se privilegiaron con la concientización y
con aportes que apuntaron a un cambio del imaginario social, de las prácticas
culturales y la vida misma de las mujeres y niñas.