“Para la asamblea hay otra lista armada, la cual creo que va a ganar y seguirá trabajando lo cual me parece perfecto”. La premonición de Graciela Figueroa, ex vicepresidenta, se cumplió porque el 9 de septiembre designaron nuevas autoridades. Ahora la Sociedad de Fomento del barrio 5 de Abril es conducida por la comisión que preside Enrique Sester.
Mientras se inicia este nuevo transitar, EcoDias dialogó con Figueroa, una de las primeras moradoras del barrio, palabra autorizada para repasar la historia.

Inicio y resurgimiento
El Barrio 5 de Abril nació en 1990: ubicado entre la ruta 3 y Darregueira, y Cabildo y Plunket, está a la vista cuando uno emprende viaje por la Ruta 3 hacia Buenos Aires. Allí viven alrededor de 1000 personas en 250 viviendas.
La institución nació ese mismo año en Saavedra y Mascarello aunque en 1994 quedó acéfala, hasta que con la idea de trabajar por la seguridad, la entidad resurge diez años después: “Nos juntamos un grupo de vecinos para ver cómo podíamos solucionar el problema, no hubo forma porque es un requerimiento muy grande entonces se decide remontar la Sociedad de Fomento”.

Trabajar contra las críticas
Hasta no hace mucho en 5 de Abril contaban con apoyo escolar y con una sala médica que formaba parte de una prueba piloto. El cambio de intendente hizo que todo esto se desvanezca: “Cuando asume (el secretario de Salud) Colombo, él no sabe nada de lo que nos habían prometido… La sala estaba funcionando con una sola pediatra porque no nos mandaban los médicos generalistas: ellos acotan que no hay”.
Por otro lado, cuenta Figueroa que en los dos años de gestión la ex comisión sólo recibía críticas, pero “hemos peleado contra viento y marea con el bendito presupuesto del recupero de deuda que lo mandaron donde quisieron. Acá, obras no vinieron, de hecho nos hicieron callar la boca diciendo que en el presupuesto 2005 entraba la iluminación desde la rotonda de Drago hasta la entrada del barrio y la salida por Saavedra -un tramo muy oscuro- donde siempre se roban los cables de teléfono y necesitamos que se ilumine… Hemos hecho los trámites, las cartas fueron mandadas pero no hemos tenido ninguna respuesta”.
La vista que se tiene desde la ruta 3, es la de un barrio consolidado. Hay que atravesar sus calles para descubrir que existen serios problemas de inundación de calles, falta de cloacas y de gas natural, y la iluminación ya mencionada. ¿Responsables, quiénes? “El (delegado anterior) Botta era uno de los que nos decía que nosotros no tendríamos que haber estado acá pero alguien firmó para que el barrio se hiciera acá. Alguien del municipio en aquel momento autorizó que las viviendas se hicieran”.

Volver al Consejo
Por último, Figueroa contó por qué se alejó del Consejo Vecinal y también sus ganas de volver: “Me fui cuando me enojé con el tema del recupero de deuda porque no se sacaba nada en limpio, no porque no se quisiera sino porque no teníamos oportunidad de sacar nada en limpio. Supuestamente los dineros eran destinados para hacer obras y no nos tocó nada. El trabajo del Consejo lo veo muy bueno, lo que pasa es que todavía no se lo toma como una institución, no tiene el apoyo que debería tener. Yo me fui por bronca no porque algo del Consejo me haya molestado, al contrario. Ahora me gustaría volver y tengo pensado hacerlo porque si se forma la nueva comisión por más que yo quede al margen, voy a seguir trabajando con el Consejo”.
Y finalmente la comisión se formó y tal vez el 5 de Abril vuelva a tener representante en el Consejo Vecinal para finalmente tratar de solucionar las necesidades del barrio.