SOLIDARIDAD Y TRABAJO COOPERATIVO Economía social
Fecha: Martes, 19 Febrero, 2019 - 00:00Respaldan a 80 despedidos que reclaman indemnización y continuidad laboral
Febrero en La Rioja es mes de fiesta, pero al casi centenar de trabajadoras y
trabajadores de la empresa Confecciones Riojanas les apagaron la alegría de la
chaya con imprevistos telegramas de despido.
Las notificaciones de las cesantías llegaron a fines de enero. Y desde entonces
los trabajadores resisten en una carpa montada frente a la planta textil, en
reclamo del pago de sus indemnizaciones y con la esperanza de volver a sus
puestos de trabajo ya no bajo la tutela de Horacio Dos Santos, el empresario de
Buenos Aires que se creyó dueño de sus destinos al punto de ni siquiera cumplir
las normas que rigen las relaciones laborales en la Argentina. Mejor dicho, que
deberían regir pero suelen desvanecerse en tiempos de gobiernos neoliberales
como el actual.
“Se nos ha despedido de forma ilegal, sin preaviso y con la pretensión de
pagarnos un 50 por ciento de las indemnizaciones sin haber notificado antes que
haya una situación de crisis”, explican en la carpa de protesta, consultados
por periodistas de medios autogestionados de distintos lugares del país que
fueron a expresarles su adhesión a los reclamos.
A la vez resaltan que hasta la llegada de los telegramas no había señales de
semejante shock, ya que la planta sostenía un nivel de producción normal.
Incluso, apenas un mes y medio antes del abrupto corte de actividades la
producción había sido evaluada positivamente por representantes de Zara, una de
las marcas de ropa para la que confeccionaban prendas.
También lo hacían para Fawar, Ver y Ombú. “Ellos son solidariamente
responsables de lo que nos están haciendo”, apuntan los cesanteados.
Pero la solidaridad no es una actitud habitual en los ámbitos empresariales,
aunque afortunadamente sí entre trabajadores. “Estamos muy unidos, somos 80 los
despedidos y nos turnamos para estar todo el tiempo acá cuidando que no se
lleven nada y reclamando juntos lo que nos corresponde”, remarcan en la carpa
frente a la planta de la capital riojana.
Se cuenta allí con solidaridades y apoyos, como por ejemplo el de vecinos y
amigos, el de los sindicatos del sector, el de funcionarios del gobierno
provincial como el secretario de Derechos Humanos Delfor Pocho Brizuela, el del
obispo Dante Braida y el de los trabajadores de prensa agrupados en la
Federación Asociativa de Diarios y Comunicadores Cooperativos de la República
Argentina (Fadiccra), presidida por el riojano Julio Delgado, de Copegraf, la
cooperativa que edita el diario local El Independiente.
El obispo riojano Dante Braida también respaldó a trabajadoras y trabajadores
de Confecciones Riojanas.
Junto con Delgado, el miércoles 6 de febrero llegaron hasta la carpa de
Confecciones Riojanas integrantes de las cooperativas bonaerenses Ecomedios, de
Bahía Blanca; La Posta del Noroeste, de Lincoln; y La Qilqa, de Ituzanigó; más
sus pares de Eme Contenidos, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; Comunicar,
de Villa María; La Prensa, de Resistencia, y las santafesinas El Correo de
Firmat y La Masa, de Rosario.
“Vinimos a apoyar el reclamo de pago de las indemnizaciones y además a ponernos
a disposición en el caso que los trabajadores quieran después sostener sus
fuentes de trabajo organizados a través de una cooperativa”, expresó Delgado.
De armar una cooperativa les había hablado también Dos Santos, “pero nos dimos
cuenta que solamente quería dejar de pagar los aportes y bajarnos los sueldos”,
relataron los despedidos, que rápidamente entendieron que desde Fadiccra les
planteaban otra cosa: la de superar la defección patronal con el modelo de
autogestión de los trabajadores, que en La Rioja cuenta con el apoyo del
gobierno provincial encabezado por Sergio Casas.
El gobierno provincial acompaña el reclamo. Pocho Brizuela, secretario de
Derechos Humanos de La Rioja, visitó la carpa de protesta.
De todos modos, el objetivo inmediato en Confecciones Riojanas es el cobro de
las indemnizaciones “porque estamos cansados que se avasallen los derechos de
los trabajadores”. Y después sí, apuntar con todo a la continuidad de la
fábrica para seguir “llevando adelante la cultura del trabajo”, remarcó Silvia
Villafañe.
Ella y Mercedes Gómez son, al decir de sus compañeras y compañeros, “nuestras
voceras, nuestras leonas”. Y al decir de uno de los dirigentes de Fadiccra,
“referentes que suelen surgir naturalmente en este tipo de conflictos”, en los
que la unidad y la decisión de luchar son claves para revertir la injusticia de
estafar al que trabaja.