Es sabido que en las últimas semanas hubo muchas coberturas mediáticas respecto al problema que existe en Paraguay y en la frontera con nuestro país con la fiebre amarilla donde se están tomando medidas de prevención. Dicha lluvia de información provocó temor en muchas partes y Bahía Blanca no fue la excepción.
EcoDias dialogó con el dr Miguel Ludvik de Sanidad Marítima y de Fronteras cuyas dependencias se encuentran en calle Montevideo 204.

Se están realizando vacunaciones para todas aquellas personas que viajen a las zonas de riesgo. Dicha actividad comenzó en los primeros días de enero con el advenimiento que se produjo en Brasilia y en el norte y noroeste de Brasil donde murieron 47 simios cuya autopsia dio que se trataba de fiebre amarilla: “Habitualmente en el paralelo 30 o 40 hacía el norte o -hacia el sur son endémicas de fiebre amarilla que por una alteración climatológica ya sea mayor humedad o mayor calor, se produce un mayor advenimiento del vector que vendría a ser el mosquito entonces se traspola no solamente a los monos sino a la gente que está en contacto con la selva o la jungla, se trata de fiebre amarrilla de jungla o de selva”.
Cuando comenzó esa problemática en Brasil se empezó a vacunar toda la gente que iba a la costa. De hecho la Organización Mundial de la Salud, recomienda, no obliga, que se vacunen todas las personas que van como turistas a ese país como medida de prevención.

Tres mil dosis
Luego de estos primeros episodios y de las vacunaciones de enero llegaron los episodios en la frontera con Paraguay en el límite con Clorinda donde hubo casos de personas, también la mortandad de unos 19 monos cuya autopsia dio que se trataba de fiebre amarilla.
A partir de allí se comenzó con una vacunación masiva, de hecho mucha gente que va a las cataratas o que trabaja en Clorinda o está en contacto por turismo se está vacunando: “Llevamos más o menos tres mil dosis colocadas en Bahía Blanca, se está vacunando en un promedio de cien personas diarias. Se recomienda que se vacune, no se obliga. Esto sigue, habitualmente tenemos vacunas, como estamos en contacto con el área portuaria venimos vacunando siempre, lo que pasa es que ahora se cuadriplicó la cantidad de dosis por esta eventualidad que apareció en Brasil y Paraguay”.
Según Ludvik en Bahía no existen problemas de provisión de vacunas ya que las mismas son enviadas inmediatamente cuando se las solicita al Ministerio de Salud de la nación.

Consultas
Al cierre de esta edición se registraba en la provincia de Misiones el primer caso de fiebre amarilla en Argentina: un trabajador rural que trabajaba en desmonte, cerca de la frontera con Brasil, y no estaba vacunado. Se hizo publico también que se encuentra mejorando y se contempla la aparición de más casos.
 “Ha venido mucha gente a preguntar, de hecho se les explica como es la situación. El mosquito transmisor de la fiebre amarilla está en zonas tropicales nosotros estamos en zonas templadas osea no es el hábitat natural del mosquito.
El transmisor es el mosquito, no es contagiosa de persona a persona de ninguna manera, es imposible que haya fiebre amarilla en nuestra ciudad”.
De esta manera se aclara que por más que llegue a la ciudad un paciente con la enfermedad no puede contagiarla a otra persona: “Lo que tenemos que saber es que la enfermedad es un cuadro congestivo con irritación conjuntival, una reñitis que se trata como cualquier gripe pero tiene que tener la parte epidemiológica, es decir, de donde viene y la zona donde estuvo. En síntesis lo que hacemos es poner la vacunación dada por el Ministerio de Salud en todos los puestos sanitarios ya sean marítimos, aéreos y terrestres. Vacunamos para que no se produzca la enfermedad, ese es el objetivo”.

Datos para tener en cuenta
“A la persona que va a la zona de Clorinda del límite con Paraguay o por los pasos terrestres en contacto con el Paraguay o que van a las cataratas del lado de Paraguay se les recomienda la vacunación”.

“Las embarazadas no se vacunan, si van exclusivamente a una zona epidemiológica osea donde hay mucho riesgo para el paciente se vacuna a embarazadas después del sexto mes”.

Tampoco se vacuna a menores de un año, se empieza a aplicar desde esa edad y hasta los 60: “A partir de los 60 se informa al paciente cuales son los riesgos de la febrícula que da la colocación de la vacunación que es del 1 al 2 por ciento y que se trata con un antipirético común o con algún antifebril conocido y se soluciona el problema, pero tiene que estar en conocimiento de esa situación”.