El jueves 21 de febrero estuvo en el Concejo Deliberante el director de Derechos Sociales de la Defensoría del Pueblo de la Nación, Horacio Esber, para recibir las planillas que contienen 9000 firmas de bahienses que adhirieron a la iniciativa popular por un Plan Integral de Seguridad Vial: “Porque la Vida Vale”. EcoDias dialogó tras el acto con el funcionario acerca de la problemática particular que día a día cobra más vidas de motociclistas.
Directamente afirmó que la solución no llegará si no se controla, al menos, “lo más elemental”: las condiciones del conductor y su conducta en las calles. Por ejemplo, el uso del casco, el respeto a las velocidades de circulación permitidas o que no circule a contramano -está última es una de las infracciones más frecuentes en los grandes centros urbanos-.
Dentro de los puntos débiles del tránsito de estos vehículos se destacan aquellos “motociclistas empleados para trabajar en los ‘deliberys’. El traslado rápido de mercaderías es una actividad que no está regulada: “Cuando hicimos la investigación hace tres años comprobamos que la mayoría de estos trabajadores están en negro, además cobran por pieza entregada, con lo cual mientras más piezas entregan más cobran y eso de alguna manera lleva al trabajador a infringir normas de tránsito para circular a alta velocidad, etc., etc., etc.”, aseguró Esber e informó que dentro de la iniciativa impulsada por el Defensor del Pueblo de la Nación, Eduardo Mondino, incluyen este planteo.
Igualmente, el Director de Derechos Sociales resaltó que “si los temas más generales no se abordan, mucho menos los particulares, por eso planteamos empezar con los generales, tomemos conciencia de ese problema y en paralelo vamos abordando los particulares que son muchos: qué pasa con el transporte de pasajeros, qué pasa con el transporte de carga, qué pasa con los pasos de los ferrocarriles sin barrera o en las ciudades con los pasos a nivel: todas cuestiones que hoy están atomizadas porque no hay una política general”.

La vida en el codo
“Obviamente que este es un problema que atañe a la sociedad y a las conductas de la sociedad en general y eso no puede dejarse de tener en cuenta, pero de todas maneras nosotros no creemos que con solo el accionar del Estado alcance pero tampoco podemos permitir que siga teniendo una mirada displicente sobre el tema”, advirtió Esber.
En ese sentido, la inconciencia de muchos motociclistas, sobresale en cada esquina al verlos con sus cascos en los codos: “Exactamente, llevo el casco en el codo, tengo un siniestro, me golpeo la cabeza pero el codo queda sano”, ironizó el director y manifestó que los cascos deberían venderse junto a las motos como parte de las mismas.
Si bien aclaró que el grupo de trabajo del Defensor del Pueblo no es afecto a las llamadas políticas de mano dura, “cuando vamos a hablar de inseguridad vial nos damos cuenta de que uno de los mecanismos inmediatos que permitirían bajar el número de accidentes, mientras ese proceso de cambios culturales y de concientización de la sociedad se concreta, son medidas de mayor rigor, de mayor control”.