Mi otro yo

Título original: La doublure

Guión y dirección: Francis Veber

Música: Alexandre Desplat
Fotografía: Robert Fríase
Origen: Francia – 2006
Intérpretes: Daniel Auteuil, Gad Elmaleh, Richard Berry, Kristin Scott
Thomas, Virginie Lodoyen, Alice Taglioni
Calificación: Apta para todo público

El francés Francis Veber se especializa en comedias, y ofrece la sexta
entrega de “La saga de François Pignon” -un personaje recurrente alrededor
del cual gira la acción, aunque sin motorizarla-, que comenzó con su guión
para L’Emmerdeur (1973) de Edouard Molinaro.
Una revista de chismes publica una fotografía tomada en plena calle del
millonario Pierre Levasseur (Daniel Auteuil) discutiendo con una top model
(Alice Taglioni). Para evitar que su mujer (Kristin Scott Thomas) le quite
cada centavo en el juicio de divorcio, niega lo evidente y aprovecha la
presencia de un desconocido en la foto -François Pignon- diciendo que era
el novio de la chica.
Pero la Sra. Levasseur quiere pruebas. Así que su marido contrata al
desconocido -modesto empleado de un estacionamiento- para que se muestre en
público con su amante. Algo que provocará más complicaciones, tanto para el
infiel como para el pobre Pignon (Gad Elmaleh).
Un argumento que comparado con alguno de los anteriores de Veber,
parece algo descafeinado. Si bien se trata de una comedia de enredos
típica, con algunos gags bastante graciosos, le falta cierta acidez
característica del director para mostrar prejuicios e hipocresías en las
relaciones. Como lo hiciera con las apariencias en La cena de los tontos
(1998) o con la corrección política al tratar la homosexualidad en El
placard (2001). Aquí hay sólo una inocua ironía sobre la aristocracia
mediática de los adinerados o bellos, con un cameo del propio Karl
Lagerfeld.
Lo mejorcito se encuentra en el reparto: Auteuil a ritmo subido; Michel
Aumont como un gracioso médico hipocondríaco; Richard Berry aportando su
fuerte presencia a un rol muy secundario; Virginie Ledoyen como la chica de
los sueños de Pignon; y muy especialmente la británica Kristin Scott Thomas
dándose el gusto de actuar con solvencia “en francés”.
El protagónico lo asume el marroquí Gad Elmaleh, que viene del humor al
estilo Seinfeld, pero no logra equipararse con otros distinguidos
“Pignons”, entre los que destacaron, Jacques Brel, Pierre Richard, Jacques
Villeret y el propio Auteuil.
Mi otro yo -“el doblaje”, en el original-, un aceptable divertimento y
no más.