Las confesiones, -eso significa el
título- es otro estreno “fin de temporada” que llegó casi perdido entre los tanques
de ciencia ficción Rogue One y La llegada.
Una coproducción franco-italiana de bajo presupuesto -comparativamente-,
dirigida por el director italiano Roberto Andò, que después de la comedia
dramática Viva la libertad (2014)
volvió a confiarle el protagónico a su compatriota Toni Servillo, estrella tardía
desde el éxito internacional de La
grande bellezza (Paolo Sorrentino; 2013).
La trama viene de thriller ambientado en las altas esferas de la política
económica, con los ministros de economía del Grupo de los Ocho -Alemania, Canadá,
Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido, Rusia- reunidos en un
lujoso hotel alemán a orillas del Mar Báltico -la locación principal en el
Grand Hôtel Heiligendamm de Mecklembourg realmente albergó una cumbre- con el
director del Fondo Monetario Internacional para implementar uno de esos planes
que prometen rosas y reparten espinas.
A ellos se unen -casi como bufones- una escritora famosa, un rockero veterano y
un monje benedictino, aunque el encuentro se complica con una muerte dudosa, una
investigación secreta para evitar que la bolsa se inquiete y las sospechas
sobre el Padre Roberto Salus, que habría escuchado secretos de estado en
confesión.
Trama que promete un suspense hitchcockiano -la obvia referencia a Mi secreto me condena (1953) se incluye
en uno de los diálogos- y se va convirtiendo en un drama ético en el que el
monje actúa como catalizador de las conciencias adormecidas de los encumbradísimos
ministros.
Pero ese propósito ambicioso de reflejar un enfrentamiento entre El Poder y el
silencio de un sólo hombre se diluye en diálogos epigramáticos, simplismos y
personajes casi caricaturescos, dando como resultado parece un cuento moral
pretencioso -con un toque casi chaplinesco en la escena final-, cuyos mejores
rasgos están en el sólido elenco europeo, la impactante ambientación -similar a
la de Juventud (Paolo Sorrentino;
2015)- y especialmente en la evocadora música de compositor italiano Nicola
Piovani.

Dirección: Roberto Andò
Guión: Roberto Andò, Angelo Pasquini
Música: Nicola Piovani
Fotografía: Maurizio
Calvesi
Orígen: Italia, Francia – 2016
Intérpretes: Toni Servillo, Daniel Auteuil, Connie Nielsen
Calificación: Sólo apta para mayores de 13 años