La agrupación surgió en el año 2014, con la idea de formar una asociación civil para acompañar en la ordenanza de cierre de prostíbulos en la ciudad, que finalmente se aprobó y estableció la caducidad de las habilitaciones existentes en ese momento. “En ese momento apoyamos la ordenanza porque entendíamos que implicaba una facilitación a la explotación sexual”, explicó una de las referentes, Florencia Sánchez. En el año 2015, Bahía contra la Trata se constituyó como organización no gubernamental.

Se dedican a la prevención y sensibilización, con una fuerte presencia en redes sociales. Además, ofrecen talleres, y antes intervenían la vía pública. Están en contacto con centros de estudiantes, con partidos políticos, con todos los interesados en interiorizarse en esta temática. Participan en las mesas del Municipio, del Observatorio de Redes Sociales del Honorable Concejo Deliberante, del Consejo de Niñez y trabajan a nivel provincial y nacional.

“Reclamamos que haya asistencia acorde a los derechos humanos de las víctimas, que éstas se puedan reconocer como víctimas y comenzar un proceso de recuperación de su proyecto de vida. Y todo esto es gracias al trabajo de nuestras voluntarias, que ocupan esos espacios y ponen a la trata de personas como una prioridad”, remarcó.

La víctima es una persona que ha pasado por una situación muy compleja y muy violenta, y necesita contención. “¿Qué pasa si rescatamos personas, pero no las asistimos? Vuelven al circuito de explotación. Las víctimas se encuentran muy solas después del rescate. Sobre todo porque después del rescate interviene Provincia en la asistencia, y ahí es donde se pierde”.

El aislamiento preventivo, social y obligatorio a causa de la pandemia impactó durante el primer trimestre del año pasado, las denuncias fueron casi nulas, y a medida que se flexibilizaron las medidas, se reactivaron. El 145 es una línea de atención telefónica gratuita para recibir información, solicitar asistencia y denunciar ante casos de trata de personas.

Fuente: El Digital de Bahía